16 de Mayo. Ascención del Señor. Lc 24, 46-53
Oración
Señor Jesús, envía tu Espíritu Santo para que nos ayude a leer la Biblia como Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar que Tú estás vivo en medio de nuestra historia como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. AMÉN.
PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
Les dijo: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. 47 Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. 48 Ustedes son testigos de todo esto. 49 Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba.» 50 Jesús los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. 51 Y mientras los bendecía, se separó de ellos (y fue llevado al cielo. 52 Ellos se postraron ante él.) Después volvieron llenos de gozo a Jerusalén, 53 y continuamente estaban en el Templo alabando a Dios.
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• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
1) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Qué dijo Jesús sobre lo escrito en las escrituras acerca de él?
• ¿Cuál es la misión que los discípulos deben hacer en nombre de Jesús?
• ¿Qué promete Jesús para que sus discípulos pudieran ser sus "testigos"?
• ¿Qué fue el último gesto de Jesús al ascender al cielo?
NUEVO COMIENZO
José Antonio Pagola
Los evangelistas describen con diferentes lenguajes la misión que Jesús confía a sus seguidores. Según Mateo, han de "hacer discípulos" que aprendan a vivir como él les ha enseñado. Según Lucas, han de ser "testigos" de lo que han vivido junto él. Marcos lo resume todo diciendo que han de "proclamar el Evangelio a toda la creación".
Quienes se acercan hoy a una comunidad cristiana no se encuentran directamente con el Evangelio. El Concilio Vaticano II ha recordado algo demasiado olvidado en estos momentos: "El Evangelio es, en todos los tiempos, el principio de toda su vida para la Iglesia". Ha llegado el momento de entender y configurar la comunidad cristiana como un lugar donde lo primero es acoger el Evangelio de Jesús.
Nada puede regenerar el tejido en crisis de nuestras comunidades como la fuerza del Evangelio. Solo la experiencia directa e inmediata del Evangelio puede revitalizar la Iglesia. Dentro de unos años, cuando la crisis nos obligue a centrarnos solo en lo esencial, veremos con claridad que nada es más importante hoy para los cristianos que reunirnos a leer, escuchar y compartir juntos los relatos evangélicos.
Lo primero es creer en la fuerza regeneradora del Evangelio. Los relatos evangélicos enseñan a vivir la fe no por obligación, sino por atracción. Hacen vivir la vida cristiana no como deber, sino como irradiación y contagio. Es posible introducir en las parroquias una dinámica nueva. Reunidos en pequeños grupos, en contacto con el Evangelio, iremos recuperando nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús.
Hemos de volver al Evangelio como nuevo comienzo. Ya no sirve cualquier programa o estrategia pastoral. Dentro de unos años, escuchar juntos el Evangelio de Jesús no será una actividad más entre otras, sino la matriz desde la que comenzará la regeneración de la fe cristiana en las pequeñas comunidades dispersas en medio de una sociedad secularizada.
Tiene razón el papa Francisco cuando nos dice que el principio y motor de la renovación de la Iglesia en estos tiempos hemos de encontrarlo en «volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio».
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• Jesús nos llama a ser testigos, ¿Qué significa en nuestros días ser testigos de Jesús?
• ¿En qué damos suficientemente testimonio o en verdad, aún no lo damos?
• La misión nace del Espíritu: ¿Cómo dejarnos guiar por el Espíritu Santo?