sábado, 30 de octubre de 2021

Kerigma Octubre

 31 de octubre.  Domingo  31  del Tiempo Ordinario.    Mc 12, 28b-34

Oración

El Señor de la Vida, nos prometió la ayuda del Espíritu para que pudiésemos recordar todo lo que había dicho y comprender más profundamente el significado y la verdad de su Palabra. Envíanos hoy este Espíritu Santo para poder leer y comprender la Palabra de Dios. AMÉN.

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» 29 Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es un único Señor. 30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.  31 Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.» 32 El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él,  33 y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.» 34 Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas.

  

Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Qué pregunta el maestro de la ley?

¿De qué manera responde Jesús?  

¿Qué relación existe entre el primero y el segundo mandamiento? ¿Por qué?

¿Qué le dice Jesús a ver que el maestro de ley aprueba la respuesta que le dio?

LO DECISIVO

José Antonio Pagola


A Jesús le hicieron muchas preguntas. La gente lo veía como un maestro que enseñaba a vivir de manera sabia. Pero la pregunta que esta vez le hace un «letrado» no es una más. Lo que le plantea aquel hombre preocupaba a muchos: ¿qué mandamiento es el primero de todos?, ¿qué es lo primero que hay que hacer en la vida para acertar?

 Jesús le responde con unas palabras que, tanto el letrado como él mismo, han pronunciado esa misma mañana al recitar la oración «Shemá»: «Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser». A Jesús le ayudaban a vivir a lo largo del día amando a Dios con todo su corazón y todas sus fuerzas. Esto es lo primero y decisivo.

 A continuación, Jesús añade algo que nadie le ha preguntado: «El segundo mandamiento es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Ésta es la síntesis de la vida. De estos dos mandatos depende todo: la religión, la moral, el acierto en la existencia.

 El riesgo de distorsionar la vida desde una religión «egoísta» es siempre grande. Por eso es tan necesario recordar este mensaje esencial de Jesús. No hay un ámbito sagrado en el que nos podamos ver a solas con Dios, ignorando a los demás. No es posible adorar a Dios en el fondo del alma y vivir olvidado de los que sufren. El amor a Dios, Padre de todos, que excluye al prójimo se reduce a mentira. Lo que va contra el amor, va contra Dios.

 

3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Qué es lo más importante en la religión y en la vida para nosotros?

¿Conoces personas preocupadas por ayudar a los vecinos?

En nuestra comunidad ¿cómo se vive este doble  mandamiento?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 


5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

 ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?

Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Dios, Padre misericordioso, Tu que nos amas hasta el extremo, enséñanos a amar a los demás con todas nuestras fuerzas, y que nuestro amor no se quede sólo en buenas palabras sino que se traduzca en obras de justicia, de amor y de servicio a la extensión de tu Reino en el mundo.  Amen.