sábado, 11 de junio de 2022

Kerigma de junio

 12 de Junio. Santisima Trinidad.   Jn 16,12-15

Oración

Ven Espíritu Santo.  Danos la gracia de acoger la Palabra viva de Dios.  Ilumínanos con tu luz, abre nuestra inteligencia y nuestros corazones para comprenderla.  Danos la voluntad, el valor y la gracia necesaria para ponerla en práctica en nuestras vidas.  AMÉN.


1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar

Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora.  13 Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir. 14 El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él.  15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes.»

  Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.

2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

¿Con quiénes habla Jesús?

¿Por qué Jesús no les decía en ese momento todo lo que quería comunicarles?

¿Cuáles son las funciones que cumplirá el Espíritu de la Verdad cuando venga?

ABRIRNOS AL MISTERIO DE DIOS

  José Antonio Pagola

 

A lo largo de los siglos, los teólogos han realizado un gran esfuerzo por acercarse al misterio de Dios formulando con diferentes construcciones conceptuales las relaciones que vinculan y diferencian a las personas divinas en el seno de la Trinidad. Esfuerzo, sin duda, legítimo, nacido del amor y el deseo de Dios.

Jesús, sin embargo, no sigue ese camino. Desde su propia experiencia de Dios, invita a sus seguidores a relacionarse de manera confiada con Dios Padre, a seguir fielmente sus pasos de Hijo de Dios encarnado, y a dejarnos guiar y alentar por el Espíritu Santo. Nos enseña así a abrirnos al misterio santo de Dios.

Antes que nada, Jesús invita a sus seguidores a vivir como hijos e hijas de un Dios cercano, bueno y entrañable, al que todos podemos invocar como Padre querido. Lo que caracteriza a este Padre no es su poder y su fuerza, sino su bondad y su compasión infinita. Nadie está solo. Todos tenemos un Dios Padre que nos comprende, nos quiere y nos perdona como nadie.

Jesús nos descubre que este Padre tiene un proyecto nacido de su corazón: construir con todos sus hijos e hijas un mundo más humano y fraterno, más justo y solidario. Jesús lo llama "reino de Dios" e invita a todos a entrar en ese proyecto del Padre buscando una vida más justa y digna para todos empezando por sus hijos más pobres, indefensos y necesitados.

 Con su grupo de seguidores, Jesús quiere formar una familia nueva donde todos busquen "cumplir la voluntad del Padre". Ésta es la herencia que quiere dejar en la tierra: un movimiento de hermanos y hermanas al servicio de los más pequeños y desvalidos. Esa familia será símbolo y germen del nuevo mundo querido por el Padre.

Para esto necesitan acoger al Espíritu que alienta al Padre y a su Hijo Jesús: "Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y así seréis mis testigos". Éste Espíritu es el amor de Dios, el aliento que comparten el Padre y su Hijo Jesús, la fuerza, el impulso y la energía vital que hará de los seguidores de Jesús sus testigos y colaboradores al servicio del gran proyecto de la Trinidad santa.

  3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Qué elementos positivos vez en  nuestra comunidad  que nos fortalecen nuestra misión evangelizadora?

¿En nuestra comunidad en que se ve  división y  egoísmo?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.



 5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad? 

Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios de la Vida y Señor de la Historia, Tú eres comunidad y familia. Haz de nosotros mensajeros de esperanza y   de paz en la justicia. Que nuestra comunidad sea siempre un vivo reflejo de tu misterio comunitario de amor, signo de liberación para los pobres y los últimos de la tierra, y fermento de unidad y de paz para toda la humanidad. Amen.