sábado, 15 de abril de 2023

Kerigma de Marzo

 16 de abril. 2 Domingo de Pascua.  Jn 20,19-31

Oración

Ven, Espíritu Santo, ilumina mi mente, abre mi corazón, toma mis manos, para que comprenda el mensaje de la Palabra, para que sienta la profundidad del divino amor, para que camine abriendo mis manos a los que necesitan misericordia y amor. Amén. 

 

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»  20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. 21 Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»  22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo:  23 a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» 24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.  25 Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.» 26 Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.»  27 Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.» 28 Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.»  29 Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!» 30 Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.  31 Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

 

Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Por qué los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas? 

El Señor, después de saludar a sus discípulos les mostró las manos y el costado, luego sopló sobre ellos y… ¿qué les dijo? 

Cuando los discípulos contaron a Tomás lo que habían visto ¿Qué condición puso para creerles? 

Jesús dijo a Tomás dos cosas ¿Cuáles fueron?


Aterrados por la ejecución de Jesús, los discípulos se refugian en una casa conocida. De nuevo están reunidos, pero ya no está Jesús con ellos. En la comunidad hay un vacío que nadie puede llenar. Les falta Jesús. No pueden escuchar sus palabras llenas de fuego. No pueden verlo bendiciendo con ternura a los desgraciados. ¿A quién seguirán ahora?

Está anocheciendo en Jerusalén y también en su corazón. Nadie los puede consolar de su tristeza. Poco a poco, el miedo se va apoderando de todos, pero no le tienen a Jesús para que fortalezca su ánimo. Lo único que les da cierta seguridad es «cerrar las puertas». Ya nadie piensa en salir por los caminos a anunciar el reino de Dios y curar la vida. Sin Jesús, ¿cómo van a contagiar su Buena Noticia?

El evangelista Juan describe de manera insuperable la transformación que se produce en los discípulos cuando Jesús, lleno de vida, se hace presente en medio de ellos. El Resucitado está de nuevo en el centro de su comunidad de seguidores. Así ha de ser para siempre. Con él todo es posible: liberarse del miedo, abrir las puertas y poner en marcha la evangelización.

Según el relato, lo primero que infunde Jesús a su comunidad es su paz. Ningún reproche por haberlo abandonado, ninguna queja ni reprobación. Sólo paz y alegría. Los discípulos sienten su aliento creador. Todo comienza de nuevo. Impulsados por su Espíritu, seguirán colaborando a lo largo de los siglos en el mismo proyecto salvador que el Padre encomendó a Jesús.

Lo que necesita hoy la Iglesia no es sólo reformas religiosas y llamadas a la comunión. Necesitamos experimentar en nuestras comunidades un "nuevo inicio" a partir de la presencia viva de Jesús en medio de nosotros. Sólo él ha de ocupar el centro de la Iglesia. Sólo él puede impulsar la comunión. Sólo él puede renovar nuestros corazones.

No bastan nuestros esfuerzos y trabajos. Es Jesús quien puede desencadenar el cambio de horizonte, la liberación del miedo y los recelos, el clima nuevo de paz y serenidad que tanto necesitamos para abrir las puertas y ser capaces de compartir el Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo.


3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Nuestro encuentro con Jesús a través de su Palabra nos hace perder el miedo y sentir su paz y su valentía para anunciarlo?

¿Sientes la presencia de Jesús Resucitado en medio de tu comunidad?

Cuando recibes a Jesús en la Eucaristía estás tocando el cuerpo de Cristo Resucitado ¿Crees verdaderamente esto? ¿Qué te dice hoy Jesús Resucitado?  

 

4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 





5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Qué podemos hacer esta semana para dar testimonio de mi fe?  


6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Ven Señor, quédate con nosotros, y aun cuando encuentres cerrada la puerta de nuestro corazón por miedo o infidelidad, entra igual. Tu saludo de paz es bálsamo que disuelve nuestros temores; es don que abre el camino a nuevos horizontes. Dilata los estrechos espacios de nuestro corazón. Refuerza nuestra frágil esperanza y danos ojos penetrantes para descubrir en las heridas de Tu corazón los signos de Tu resurrección gloriosa. Con frecuencia también nosotros somos incrédulos, necesitamos tocar y ver para poder creer y podernos confiar. Haz que iluminados por tu Espíritu, podamos ser contados entre los dichosos, que sin haber visto han creído. Amen.