7 de mayo. 5 de pascua. Jn 14,1-12
Oración
Señor Jesús, Tú que has venido a revelarnos al Padre, a darnos a conocer su corazón, a revelarnos sus entrañas de misericordia, a hacernos saber que Él es Padre, y que nos ama con amor eterno, también nos has hecho saber la relación que existe entre ustedes, al decirnos que entre el Padre y Tú, existe una comunión plena, hasta tal punto, que quien te ve, ve al Padre. Al reflexionar esta revelación, te pedimos que nos llenes de tu Espíritu Santo, para que seamos dóciles a su acción. Amén.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
«No se turben; crean en Dios y crean también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. 3 Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. 4 Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino.» 5 Entonces Tomás le dijo: «Señor, nosotros no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?» 6 Jesús contestó: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. 7 Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.» 8 Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.» 9 Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras. 11 Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. 12 En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Cuáles eran los sentimientos de los discípulos de Jesús en el Cenáculo cuando el Maestro anunció su partida?
• ¿Qué enseña Jesús a propósito de su muerte?
• ¿Cuál es el don que los discípulos reciben a partir de la muerte y resurrección de Jesús?
• ¿Qué quiere decir la imagen de la “casa”?
• ¿Cómo entender la frase: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida?
EL CAMINO
José Antonio Pagola
Al final de la última cena, los discípulos comienzan a intuir que Jesús ya no estará mucho tiempo con ellos. La salida precipitada de Judas, el anuncio de que Pedro lo negará muy pronto, las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertado y abatidos. ¿Qué va ser de ellos?
Jesús capta su tristeza y su turbación. Su corazón se conmueve. Olvidándose de sí mismo y de lo que le espera, Jesús trata de animarlos: ”Que no se turbe vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí”. Más tarde, en el curso de la conversación, Jesús les hace esta confesión: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. No lo han de olvidar nunca.
“Yo soy el camino”. El problema de no pocos no es que viven extraviados o descaminados. Sencillamente, viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento.
Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? Si se acerca a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino. A veces, avanzará con fe; otras veces, encontrará dificultades; incluso podrá retroceder, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.
“Yo soy la verdad”. Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. No todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de la realidad.
Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede abrir a su Bondad.
“Yo soy la vida”. Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el mismo fondo de nuestro ser, nos infunde un germen de vida nueva.
Esta acción de Jesús en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. El mismo creyente solo intuye una presencia imperceptible. A veces, sin embargo, nos invade la certeza, la alegría incontenible, la confianza total: Dios existe, nos ama, todo es posible, incluso la vida eterna. Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Cuál es la condición para ser discípulos de Jesús?
• ¿Qué estamos haciendo para que nuestra comunidad sea en medio del mundo el Camino, la Verdad y la Vida?
• “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. La persona que nos ve: ¿Puede ver y reconocer en nosotros algo de Jesús?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
Viendo la relación que existe entre Jesús y el Padre, teniendo en cuenta la comunión que los une, ¿qué va a cambiar en mí, teniendo en cuenta que creo en un Dios que es comunión plena?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Señor, hoy en día hay tantas instigaciones entorno a nosotros, tanta soberbia, superficialidad, que hacen que lo que verdaderamente es bueno se vea reducido, nuestra sociedad, nuestra familia, nosotros mismos estamos sujetos a todo este bombardeó de maldad, sin tu ayuda difícilmente podremos seguir el camino a tu Reino, danos la capacidad, la sensibilidad, la voluntad y la fuerza para no caer ante toda instigación, manipulación; que tú seas nuestro modelo a seguir y que permanezcas en nuestro corazón, en el núcleo familiar y en núcleo social.