Bautizados y
enviados.
La fe se fortalece en
Potosí, transmitiéndola.
P. Marco A. Abascal
Valda
Todos los años, la
Iglesia celebra el mes de octubre como
el mes misionero, dedicado especialmente a despertar el compromiso misionero de la comunidad cristiana. El Papa Francisco, ha convocado a la Iglesia
a celebrar de manera especial el mes de octubre de 2019, como un Mes Misionero
Extraordinario. Motiva esta celebración el hecho de que el 30 de noviembre de
2019, se cumple el centenario de la promulgación de la Carta apostólica
‘Maximum illud’, con la que Benedicto XV quiso dar un nuevo impulso al
compromiso misionero de anunciar el Evangelio.
En la zona pastoral de
la ciudad esta misión extraordinaria la iniciamos en octubre, la profundizamos
en noviembre. La intención es que la
misión extraordinaria lleve a conformar Centros Misionales en varios lugares de
los barrios periurbanos de nuestra ciudad y que estén respaldados por iglesias
domesticas que se reúnan en las casas y familias para leer y meditar la Palabra
de Dios. Entonces ser una iglesia en
salida durara un buen espacio de tiempo.
Quisiera decir algunas
palabras sobre la actitud de los misioneros, cuando visiten a las familias, a
los barrios, a los niños, jóvenes, adultos.
El texto bíblico que nos puede ayudar
es el relato de los discípulos de
Emaús (Lc 24, 13-35).
1) Jesús se acerca: Jesús siempre se hace
próximo, no antepone quien es, sino que se acerca a la realidad del otro, en
sus angustias, en sus alegrías, no invade, sino que hace uno con ellos al hacer
camino juntos. Nosotros vamos a acercarnos
a las familias, es decir iremos al encuentro para escuchar, el paso de Dios en la vida de las familias
de nuestros barrios. No se trata de
llevar a Dios, Dios ya está en los familias y en los barrios, hay que ayudar a
descubrir su presencia.
2) Jesús se puso a caminar con ellos: No
importa cuanto sea el tramo a caminar, pero en este tramo les dedica tiempo,
esfuerzo. Comparte su vida, se compenetra con su realidad, va a su lado, no
adelante, ni señalando, sino compartiendo. Nuestra salida es contemplativa, vamos a mirar los rostros de
las personas, qué expresan, qué hacen, qué los une y qué los separa. Sera un
caminar que se traduce en cercanía, la misión no tolera la distancia, más bien
la fe nos quiere hacer ver para servir y amar.
3) Jesús les pregunta sobre su realidad: Se
dispone a escuchar lo que le pasa a los otros. No se anticipa, ni supone,
escucha con atención, deja que le abran su corazón. Nuestra salida nos llevara
a escuchar, caminar y anunciar la Buena
Noticia de Jesús. Con nuestras palabras nos
acercaremos respetuosa y amablemente para preguntarles por sus alegrías,
sus esperanzas, las inquietudes por sus seres queridos y tantas cosas que
llenan el corazón.
4) Jesús pregunta dos veces: No siempre es
fácil que el otro abra el corazón, Jesús lo sabe, sabe de las desconfianzas, e
inseguridades. Hay que dar tiempo, nuevas oportunidades, no apurarse, acompañar
los ritmos del otro. Sólo después, habrá
tiempo para compartir la Palabra, recordar las Escrituras y partir el pan como
un gesto sencillo y cercano de quien se da todo a todos y suscita la necesidad
de más. Para este momento nos ayudara el
Tríptico de la misión permanente que está lleno de pasajes bíblicos que
precisamente son una Buena Noticia.
Acabo la reflexión con
la frase de la EVANGELII GAUDIUM 19: “La
evangelización obedece al mandato misionero de Jesús: « Vayan y hagan
que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que
os he mandado» (Mt 28,19-20).