martes, 5 de noviembre de 2019

Ya es hora de la cuarta revolución educativa: la del aprendizaje



«Ya es hora de la cuarta revolución educativa: la del aprendizaje»
José Manuel Ladra



Alex Beard, autor de «Otras formas de aprender», es un apasionado de la educación. Pertenece a Teach For All, una red a la que lleva más de diez años dedicado para explorar las prácticas educativas que se imparten en distintos países de todo el planeta con el objetivo de que los niños puedan desarrollar su potencial de la mejor manera posible.  

«Ya va siendo hora de que llegue la cuarta revolución: la del aprendizaje. Gracias a todo lo que sabemos sobre el funcionamiento del cerebro y a todas las tecnologías increíbles que se han creado, —como la inteligencia artificial, internet, los teléfonos inteligentes...—, hoy se puede aportar mucho para mejorar la enseñanza», aseguró en su entrevista con ABC.
¿En qué consiste exactamente esta revolución?
–En que en vez de enseñar a los niños a saber necesitamos enseñarles a aprender. Nacemos para hacerlo. El aprendizaje es nuestro superpoder pero, en vez de liberar nuestro potencial innato, los modelos educativos lo limitan con demasiada frecuencia porque conciben nuestra mente como un ordenador al que hay que suministrarle información y, por tanto, reducen esa capacidad de aprender.
¿Qué es lo que le falta hoy a la educación para abordar esa cuarta revolución?
Creo que tres aspectos esenciales. El primero es el deseo de que todo el mundo ame el aprendizaje a lo largo de su vida; es decir, que tanto niños como adultos lo disfruten. El segundo es la comprensión de que la enseñanza debería ser el trabajo más importante del siglo XXI porque estamos en una época en la que todos los recursos de la tierra se están agotando, y el único que no lo hace y es ilimitado es la inteligencia humana y, precisamente, los profesores son quienes lo cultivan.
Por último, sería necesario tener el sentimiento de que la educación de la gente joven debe ser una responsabilidad compartida de toda la sociedad —no solo de padres y profesores—, como ya está ocurriendo en escuelas de diferentes partes del mundo como Finlandia, Ontario (California) o Corea del Norte.
¿Cuánto hay de moda y cuánto de necesidad de nuevas tendencias en la educación?
Es cierto que cada año surgen nuevas tendencias: aprendizaje basado en proyectos, en inteligencia emocional, empatía, memoria..., no hay nada infalible para mejorarla. Es necesario analizar lo que hacen en los diferentes países y tomar pequeñas ideas de aquello que les funciona para aplicarlo en otras escuelas de otros países.
Por ejemplo, de Finlandia. Allí los alumnos tienen mucha libertad en el aulas, de manera que se les permite descubrir de forma activa qué es lo que más les interesa realmente. Es un sistema que se basa en la cooperación y no en la competición.
En Shanghái (China) se enfocan más en el dominio del aprendizaje, ya sea matemáticas, lengua..., y son muy buenos en estos conceptos, pero esta fórmula no favorece a la creatividad. En Silicon Valley, sin embargo, emplean la tecnología más reciente y aprenden a utilizarla de forma creativa y colaborativa. Analizando todo esto, lo ideal sería aplicar en otras aulas del mundo el sistema cooperativo de Finlandia, el de aprendizaje de Shanghái y el uso de las nuevas tecnologías de Silicon Valley y comenzar, así, esta cuarta revolución del aprendizaje.