domingo, 25 de abril de 2021

Kerigma Abril

 

25 de Abril. Domingo  4 de  Pascua.       Jn 10, 1-10

Oración

Señor de la Vida, envía tu Espíritu Santo.  Concédenos escuchar con apertura de corazón tu Palabra y comprender su mensaje para que vivamos siempre conforme a tu voluntad y actuemos como luz y fermento del mundo. 

 

1)      PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

«En verdad les digo: el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por algún otro lado, ése es un ladrón y un salteador. 2 El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. 3 El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz; llama por su nombre a cada una de sus ovejas y las saca fuera. 4 Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 5 A otro no lo seguirían, sino que huirían de él, porque no conocen la voz de los extraños.» 6 Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. 7 Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. 9 Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento.
10 El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud.


2)      PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

•¿Con qué comparación comienza Jesús su discurso? ¿Lograron entender lo quería decir?
•¿Quién es la puerta por donde pasan las ovejas? ¿Qué les espera a quienes entran por ella?
•¿Quién es el Buen Pastor? ¿Cuál es la diferencia entre la práctica del Buen Pastor y la práctica de los ladrones?



 

NUEVA RELACIÓN CON JESÚS

José Antonio Pagola

 

 

En las comunidades cristianas necesitamos vivir una experiencia nueva de Jesús reavivando nuestra relación con él. Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida. Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente. El evangelio de Juan hace algunas sugerencias importantes al hablar de la relación de las ovejas con su Pastor.

Lo primero es “escuchar su voz” en toda su frescura y originalidad. No confundirla con el respeto a las tradiciones ni con la novedad de las modas. No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia, no comunican su Buena Noticia.

Es importante sentirnos llamados por Jesús “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer por él personalmente. Descubrir poco a poco, y cada vez con más alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas.

Es decisivo “seguir“ a Jesús. La fe cristiana no consiste en creer cosas sobre Jesús, sino en creerle a él: vivir confiando en su persona. Inspirarnos en su estilo de vida para orientar nuestra propia existencia con lucidez y responsabilidad.

Es vital caminar teniendo a Jesús “delante de nosotros”. No hacer el recorrido de nuestra vida en solitario. Experimentar en algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús, más humano, más amigo, más cercano y salvador que todas nuestras teorías.

Esta relación viva con Jesús no nace en nosotros de manera automática. Se va despertando en nuestro interior de forma frágil y humilde. Al comienzo, es casi solo un deseo. Por lo general, crece rodeada de dudas, interrogantes y resistencias. Pero, no sé cómo, llega un momento en el que el contacto con Jesús empieza a marcar decisivamente nuestra vida.

Estoy convencido de que el futuro de la fe entre nosotros se está decidiendo, en buena parte, en la conciencia de quienes en estos momentos nos sentimos cristianos. Ahora mismo, la fe se está reavivando o se va extinguiendo en nuestras parroquias y comunidades, en el corazón de los sacerdotes y fieles que las formamos.

La increencia empieza a penetrar en nosotros desde el mismo momento en que nuestra relación con Jesús pierde fuerza, o queda adormecida por la rutina, la indiferencia y la despreocupación. Por eso, el Papa Francisco ha reconocido que “necesitamos crear espacios motivadores y sanadores... lugares donde regenerar la fe en Jesús”. Hemos de escuchar su llamada.

  

 

3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Quiénes son hoy los "ladrones" y "lobos" que amenazan y matan la vida?
Compartir como Jesús ha sido el buen pastor en tu vida.
Ante los hechos de nuestra realidad: ¿Qué debe¬mos hacer para ser pastores y no salteadores en la Bolivia  de hoy?

 

4)      OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.


5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?  

Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Padre bueno y misericordioso, danos la profunda convicción de estar viviendo bajo el cuidado del único y verdadero Pastor, que eres Tú mismo, dentro del único gran rebaño humano, para que trabajemos por que pronto se exprese esa unidad en el diálogo fraterno de todas las religiones. Nosotros te lo pedimos inspirados por Jesús, nuestro hermano mayor.