1 de Agosto. Domingo 18 del Tiempo Ordinario. Jn 6, 24-35
Oración
Padre Nuestro, que enviaste a tu Hijo Jesús para conducirnos a la verdad, abre nuestra mente para comprender las Escrituras. Purifica nuestros corazones de todo lo que pone resistencia a tu Palabra. Haz que el pan cotidiano suscite en nosotros hambre y sed de Ti, para que aprendamos a escuchar con corazón bueno la Palabra y mensaje que nos envías en este texto bíblico. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
24 Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió a las lanchas y se dirigieron a Cafarnaúm en busca de Jesús. 25 Al encontrarlo al otro lado del lago, le preguntaron: «Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?»
26 Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. 27 Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.» El pan de vida: creer en el Hijo de Dios. 28 Entonces le preguntaron: «¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» 29 Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado.» 30 Le dijeron: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? 31Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo.» 32 Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. 33 El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.» 34 Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» 35 Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR E TEXTO
• ¿Qué le pregunta la gente a Jesús cuando lo encuentra?
• ¿Qué le reprocha Jesús a la gente que lo andaba buscando?
• ¿Qué les propone Jesús y qué le pregunta la gente?
• ¿Cómo se revela Jesús? ¿Cómo se define y qué promete?
El evangelio de hoy nos muestra diferentes actitudes para seguir a Jesús: los que le siguen porque han saciado su hambre gracias a Él, los que buscan milagros y por último los que le siguen porque confían, porque en Él han descubierto el sentido del verdadero amor.
Jesús, nos dice el evangelista, no quiere que se le siga por interés sino por fe, por creer en Él y en su Palabra. Quiere que tengamos claro que es el Hijo de Dios, que viene para saciar y llenar nuestra vida, para estar cercano a los débiles y necesitados, a los más olvidados de la sociedad y a todos.
Los que formamos la Iglesia, deberíamos tomar conciencia y ser el Pan bajado del Cielo, compartir con todos y ser verdaderos hermanos, verdaderos seguidores de Jesús, porque nos limitamos a participar en la Eucaristía de forma rutinaria y no dejamos que su Palabra cale en nuestro interior, sea verdadero alimento para nosotros y llegue al resto de la humanidad.
Nuestra actitud cristiana debe ser la de seguirlo, porque tenemos nuestra confianza puesta en Él, porque ilumina nuestra vida y nosotros debemos ser testigos activos en la sociedad que no has tocado vivir.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Qué es lo que más buscamos en nuestras vidas: ¿El milagro o la señal?
• ¿Cuándo hemos descubierto la presencia de Dios (signos) en los acontecimientos pequeños y grandes de nuestra existencia? Señalar ejemplos.
• ¿Jesús, la Palabra de Dios, alimenta de verdad nuestra vida?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Dios Padre bueno que en Jesús de Nazaret nos has presentado verdaderamente el pan del cielo, enséñanos y ayúdanos a no fatigarnos por el pan que perece, sino a procurar el pan que no perece. Aumenta nuestra fe para que, recibiéndolo, sacie el hambre de Verdad que hay dentro de cada ser humano. El pan que dura para siempre y nos mantiene unidos a Ti, y confiando en tu infinita misericordia. Amen.