sábado, 21 de agosto de 2021

Kerigma Agosto

 22  de Agosto. Domingo  21   del Tiempo Ordinario.       Jn 6, 60-69

Oración

Señor Jesús, aquí están nuestros oídos, nuestros corazones, nuestra memoria, nuestra inteligencia. Aquí estamos ante ti. Haz que seamos  oyentes fieles, sinceros, fuertes.   Te rogamos que envíes tu Espíritu Santo, que sea como agua viva que riega todo nuestro campo para que dé fruto, el 30, el 60 o el 100 por uno. AMÉN.

 

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


 Al escucharlo, cierto número de discípulos de Jesús dijeron: «¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?» 61 Jesús se dio cuenta de que sus discípulos criticaban su discurso y les dijo: «¿Les desconcierta lo que he dicho? 62 ¿Qué será, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes?  63 El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.  64 Pero hay entre ustedes algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. 65 Y agregó: «Como he dicho antes, nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.» 66 A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle.  67 Jesús preguntó a los Doce: «¿Quieren marcharse también ustedes?»  68 Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Nosotros creemos y           sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

 

Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

 ¿Cómo reaccionan ahora muchos de los discípulos antes las enseñanzas de Jesús?  

• ¿Cuál es la respuesta de Jesús?

• ¿Qué hicieron muchos de los discípulos después de escuchar las palabras de Jesús?

• ¿Qué pregunta Jesús luego a los Doce apóstoles? ¿Qué responde Pedro?


Seguimos recibiendo como regalo de Dios el Evangelio de San Juan, y en este domingo sucede algo fuerte en la comunidad de Jesús y con todos los discípulos que Él tenía, su lenguaje es claro pero es duro y por lo tanto muchos se escandalizan, no les gusta lo que Jesús dice y deciden irse. 

Jesús mira a sus doce apóstoles y también les pregunta: ¿Ustedes también quieren irse? Y Pedro, en nombre de todos le dice "Señor a quien vamos a ir, si solamente tú  tienes palabras de vida eterna". Y continúa Pedro..."nosotros creemos y confiamos en ti, nosotros sabemos que tú eres  el elegido, el enviado, eres  el Santo de Dios.

También hoy en nuestra cultura y en nuestros lugares cotidianos, de estudio, de trabajo, de la familia y amigos...hoy también, el lenguaje de Jesús, aun siendo un lenguaje que busca la salvación, lo mejor de ti  y de cada uno, sigue siendo un lenguaje duro y desafiante, un lenguaje donde te presenta la verdad como es y te pone en la encrucijada...le dices  que sí, o le dices que no. Es ese camino, o eligen  otro, y a muchos no les gusta, muchos querrían solo los beneficios de Dios pero no al Dios de los beneficios. Muchos querrían la paz y lo lindo que se siente estar al lado de Dios pero no quieren la exigencia que Dios quiere para que realmente nuestra vida sea feliz.

Hoy Jesús también te pregunta: ¿De qué lado estás? ¿También quieres  dejarme o no? Hoy es un día para pedirle la gracia de no abandonarlo jamás.

 3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

 ¿Cuáles son las cosas que nos hacen echarnos atrás en el camino de seguimiento del Señor?

•  ¿Qué palabras de Jesús son duras para nosotros? 

• ¿Defendemos la verdad? Contemos alguna situación en la que por decir la verdad perdimos amigos y alguna situación en la que vimos los beneficios por decir la verdad.


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.


 



5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

• ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?

 6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.  

Señor, tú tienes palabras de vida. Enséñanos a seguirte. Haz crecer en nosotros  la semilla de la fe, la confianza y la entrega. Queremos servir a tu Reino, porque Tú eres el Señor de la Vida. Señor, tus palabras nos dan vida y nos llegan al corazón. Creer en ti y vivir como enseñas a veces nos pone en crisis. Por esto, danos fuerzas para seguirte y decir como Pedro, «Señor, ¿a quién iremos?, sólo tú tienes palabras de vida eterna».  AMÉN.