sábado, 13 de noviembre de 2021

Kerigma Noviembre

14 de Noviembre.  Domingo  33  del Tiempo Ordinario.    Mc 13, 24-32


Oración

Señor Jesús, abre nuestros ojos y oídos a tu Palabra. Envía tu Espíritu Santo y despierta nuestra inteligencia, para que tu Palabra penetre en nuestros corazones y podamos saborearla y comprenderla.   Habla, Señor, te escuchamos y deseamos poner en práctica tu Palabra,  porque tus palabras son  vida, gozo, justicia, y paz.  AMÉN.


1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar

Después de esa angustia llegarán otros días; entonces el sol dejará de alumbrar, la luna perderá su brillo,  25 las estrellas caerán del cielo y el universo entero se conmoverá.  26 Y verán venir al Hijo del Hombre en medio de las nubes con gran poder y gloria. 27 Enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28 Aprendan de este ejemplo de la higuera: cuando las ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. 29 Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que todo se acerca, que ya está a las puertas. 30 En verdad les digo que no pasará esta generación sin que ocurra todo eso.  31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, no lo sabe nadie, ni los ángeles en el Cielo, ni el Hijo, sino solamente el Padre.

Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

¿Qué dice Jesús que acontecerá cuando venga el «hijo del hombre»?

Jesús usa la comparación de la higuera: ¿Qué enseña esta comparación?

¿Qué dice Jesús «en cuanto al día y la hora»?


NADIE SABE EL DÍA

José Antonio Pagola

 

El mejor conocimiento del lenguaje apocalíptico, construido de imágenes y recursos simbólicos para hablar del fin del mundo, nos permite hoy escuchar el mensaje esperanzador de Jesús, sin caer en la tentación de sembrar angustia y terror en las conciencias.

Un día la historia apasionante del ser humano sobre la tierra llegará a su final. Esta es la convicción firme de Jesús. Esta es también la previsión de la ciencia actual. El mundo no es eterno. Esta vida terminará. ¿Qué va a ser de nuestras luchas y trabajos, de nuestros esfuerzos y aspiraciones.

Jesús habla con sobriedad. No quiere alimentar ninguna curiosidad morbosa. Corta de raíz cualquier intento de especular con cálculos, fechas o plazos. "Nadie sabe el día o la hora..., sólo el Padre". Nada de psicosis ante el final. El mundo está en buenas manos. No caminamos hacia el caos. Podemos confiar en Dios, nuestro Creador y Padre.

Desde esta confianza total, Jesús expone su esperanza: la creación actual terminará, pero será para dejar paso a una nueva creación, que tendrá por centro a Cristo resucitado. ¿Es posible creer algo tan grandioso? ¿Podemos hablar así antes de que nada haya ocurrido?

Jesús recurre a imágenes que todos pueden entender. Un día el sol y la luna que hoy iluminan la tierra y hacen posible la vida, se apagarán. El mundo quedará a oscuras. ¿Se apagará también la historia de la Humanidad? ¿Terminarán así nuestras esperanzas?

Según la versión de Marcos, en medio de esa noche se podrá ver al "Hijo del Hombre", es decir, a Cristo resucitado que vendrá "con gran poder y gloria". Su luz salvadora lo iluminará todo. Él será el centro de un mundo nuevo, el principio de una humanidad renovada para siempre.

 3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Cuáles son algunos signos de los tiempos en nuestros días?

¿Cuál es nuestro compromiso real y concreto para la transformación de la realidad?

4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 




5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad en nuestra vida?

 Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Tus palabras, Jesús, Señor de la Vida, no pasarán jamás. Danos Señor, hambre y sed de tus palabras. Hazlas llegar a nuestro corazón. Hazlas vida y construcción del mundo nuevo a través de nuestras manos. Queremos mostrar con la vida, el ejemplo y el testimonio, que nuestra vida cambia y se hace más fraterna y solidaria al escuchar y vivir tus enseñanzas. Tus palabras no pasarán Señor, ¡las mantendremos vivas en la lucha por el Reino!  AMÉN.