21 de Noviembre. Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo. Jn 18, 33b-37
Oración
Señor de la Vida, tu Palabra es la fuente viva. Envía tu Espíritu Santo para acercarnos a ella y comprenderla. Danos también la gracia, la voluntad y el valor necesario para vivirla en nuestras vidas. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» 34 Jesús le contestó: «¿Viene de ti esta pregunta o repites lo que te han dicho otros de mí?» 35 Pilato respondió: «¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?» 36 Jesús contestó: «Mi realeza no procede de este mundo. Si fuera rey como los de este mundo, mis guardias habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá.» 37 Pilato le preguntó: «Entonces, ¿tú eres rey?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.»
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Qué preguntas hace Pilato a Jesús?
• ¿Cuál es la actitud de Pilato y qué le preocupa?
• ¿Qué responde finalmente Jesús a la pregunta si es Rey o no?
• ¿Quiénes son los que escuchan su voz?
EXAMEN ANTE EL TESTIGO DE LA VERDAD
José Antonio Pagola
Dentro del proceso en el que se va a decidir la ejecución de Jesús, el evangelio de Juan ofrece un sorprendente diálogo privado entre Pilato, representante del imperio más poderoso de la Tierra y Jesús, un reo maniatado que se presenta como testigo de la verdad.
Precisamente Pilato quiere, al parecer, saber la verdad que se encierra en aquel extraño personaje que tiene ante su trono: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús va a responder exponiendo su verdad en dos afirmaciones fundamentales, muy queridas al evangelista Juan.
«Mi reino no es de este mundo». Jesús no es rey al estilo que Pilato puede imaginar. No pretende ocupar el trono de Israel ni disputar a Tiberio su poder imperial. Jesús no pertenece a ese sistema en el que se mueve el prefecto de Roma, sostenido por la injusticia y la mentira. No se apoya en la fuerza de las armas. Tiene un fundamento completamente diferente. Su realeza proviene del amor de Dios al mundo.
Pero añade a continuación algo muy importante: «Soy rey… y he venido al mundo para ser testigo de la verdad». Es en este mundo donde quiere ejercer su realeza, pero de una forma sorprendente. No viene a gobernar como Tiberio sino a ser «testigo de la verdad» introduciendo el amor y la justicia de Dios en la historia humana.
Esta verdad que Jesús trae consigo no es una doctrina teórica. Es una llamada que puede transformar la vida de las personas
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Qué significa para nosotros celebrar la fiesta Jesucristo, Rey del Universo?
• ¿Cómo somos testigos de Jesús en nuestra comunidad?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?
Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Buen Jesús, tú eres rey de la Justicia, que cambia la sociedad y los valores del mundo, que observa la dignidad de las personas y quiere la igualdad. Tú eres rey de la Paz, que es compromiso por la vida y lucha por la justicia. AMÈN.
28 de noviembre. Primer Domingo de Adviento. Lc 21,25-28.34-36
Oracion
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Tu palabra nos oriente a fin de que podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Amén.
PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar.
Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. 26 La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. 27 Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la Nube, con gran poder e infinita gloria.»
28 «Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten la cabeza, porque está cerca su liberación.» 34 Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, 35 pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. 36 Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.»
• Leer la palabra o frase me que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
-¿Qué sentimientos has tenido durante la lectura? ¿De miedo o de paz?
- ¿Has encontrado en el texto algo que te haya dado esperanza y ánimo?
-¿Por qué al principio del Adviento la Iglesia nos confronta con el fin del mundo?
El evangelio del “Velen, estén preparados”, con el cual hoy le damos apertura al ADVIENTO, nos da la ocasión para que, frente a esta triple venida del Señor, nos tomemos una pausa de reflexión y nos preguntemos qué estamos haciendo con nuestra vida. La conciencia de nuestra fragilidad nos llevará a abrirle el corazón a Aquel que vino al mundo, asumiendo la carne humana, por nuestra salvación; Aquel a quien el evangelio de Mateo nos presenta diciendo: “Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (1,21). Entonces viviendo con alegría nuestro proyecto de vida en su discipulado levantaremos límpida nuestra mirada hacia la meta y oraremos confiados: ¡Ven, Señor Jesús! ¡Marana-tha!
Jesús es el sembrador incansable de esperanza, de ánimo, de optimismo. El cristiano es el hombre del presente porque ve con claridad el futuro glorioso de la historia de la humanidad. No hay lugar a la desesperación. Ni hay lugar para el pesimismo de aquellos que dicen: cualquier tiempo pasado fue mejor, hoy todo va de mal en peor. No nos quedemos instalados en nuestro conformismo, pereza, apatía. Sacudamos nuestro sueño, porque la liberación se está realizando en cada uno de nosotros.
Miramos el futuro, no con un gesto de evasión a lo presente. Sino, para dinamizar con todo interés la actualidad, el tiempo presente. ¡Estamos construyendo el Plan de Dios!
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Qué signos de desesperanza existen en la sociedad actual?
• ¿Qué es lo que hoy empuja a la gente a tener esperanza o a resistir?
• Adviento se nos abre como el tiempo de la vigilancia, del estar preparados. Concretamente, ¿cómo pienso prepararme durante este tiempo para la llegada de Jesús?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cómo vamos a vivir el adviento?
• ¿Cómo cumplimos cada uno de nosotros con la tarea encomendada?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.