sábado, 18 de diciembre de 2021

Kerigma Diciembre

 19  de diciembre.  Domingo  4   del Adviento.    Lc 1, 39-45


Oración

Jesús, envíanos tu Espíritu Santo para comprender tu Palabra.  Guía nuestros pasos, orienta nuestro caminar para que sigamos tu ejemplo, abriendo los brazos a los demás y anunciando un Dios que se hace cercano para traernos la justicia y la paz. Queremos ser testigos para construir un mundo nuevo, para que brille el Evangelio y con su luz pueda haber Vida para toda la humanidad como Tú lo quieres.


1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


 Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. 40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo 42 y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? 44 Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. 45 ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»

 Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

• ¿En qué estado físico se encuentra María? ¿A pesar de ello, qué decide hacer?

• ¿A dónde se dirige y para qué?

• ¿Cómo es el recibimiento de su prima Isabel?  

• ¿Cuáles son sus palabras a María?



RASGOS DE MARÍA

José Antonio Pagola


 La visita de María a Isabel le permite al evangelista Lucas poner en contacto al Bautista y a Jesús antes incluso de haber nacido. La escena está cargada de una atmósfera muy especial. Las dos van a ser madres. Las dos han sido llamadas a colaborar en el plan de Dios. No hay varones. Zacarías ha quedado mudo. José está sorprendentemente ausente. Las dos mujeres ocupan toda la escena.

María que ha llegado aprisa desde Nazaret se convierte en la figura central. Todo gira en torno a ella y a su Hijo. Su imagen brilla con unos rasgos más genuinos que muchos otros que le han sido añadidos posteriormente a partir de advocaciones y títulos más alejados del clima de los evangelios.

·         María, «la madre de mi Señor». Así lo proclama Isabel a gritos y llena del Espíritu Santo. Es cierto: para los seguidores de Jesús, María es, antes que nada, la Madre de nuestro Señor. Este es el punto de partida de toda su grandeza. Los primeros cristianos nunca separan a María de Jesús. Son inseparables. «Bendecida por Dios entre todas las mujeres», ella nos ofrece a Jesús, «fruto bendito de su vientre».

·         María, la creyente. Isabel la declara dichosa porque «ha creído». María es grande no simplemente por su maternidad biológica, sino por haber acogido con fe la llamada de Dios a ser Madre del Salvador. Ha sabido escuchar a Dios; ha guardado su Palabra dentro de su corazón; la ha meditado; la ha puesto en práctica cumpliendo fielmente su vocación. María es Madre creyente.

·         María, la evangelizadora. María ofrece a todos la salvación de Dios que ha acogido en su propio Hijo. Esa es su gran misión y su servicio. Según el relato, María evangeliza no solo con sus gestos y palabras, sino porque allá a donde va lleva consigo la persona de Jesús y su Espíritu. Esto es lo esencial del acto evangelizador.

·         María, portadora de alegría. El saludo de María contagia la alegría que brota de su Hijo Jesús. Ella ha sido la primera en escuchar la invitación de Dios: «Alégrate… el Señor está contigo». Ahora, desde una actitud de servicio y de ayuda a quienes la necesitan, María irradia la Buena Noticia de Jesús, el Cristo, al que siempre lleva consigo. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa.

 

3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Qué actitudes nos revela la decisión de María de visitar a Isabel? 

¿Cómo acogemos hoy a Jesús que viene?

¿Qué es lo esencialmente cristiano de la Navidad? ¿Cómo lo vivimos?

4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 



5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad en nuestra vida?


 “.Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Madre del Salvador, que nazca Jesús con nosotros. Acércanos a tu hijo para que nos llene de su presencia y llegue el Espíritu a nuestras comunidades. Queremos vivir solidarios siguiendo tus pasos, María, para estar cerca del que sufre y pasa necesidad. Aliéntanos para decidir vivir en la práctica las actitudes que tú nos enseñas con tu ejemplo sencillo, solidario y cercano. Que llevemos a Jesús a toda la humanidad. ¡Ven, Señor Jesús!  AMÈN.