sábado, 6 de agosto de 2022

Kerigma de Agosto

 7 de Agosto.  XIX del Tiempo Ordinario.   Lc 12, 32-48

Oración

¡Padre Bueno! Tú eres nuestro creador, nos acoges a través de Jesús, tu Hijo y nos guías con tu Espíritu Santo. Abre nuestras mentes para que podamos comprender tu Palabra y el sentido de la vida que nos has dado. Refuerza nuestras voluntades para cumplir tu voluntad y así mostrar que otro mundo es posible: más justo, solidario  y fraterno.  AMÉN.

 

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar

 

No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino.  33 Vendan lo que tienen y repártanlo en limosnas. Háganse junto a Dios bolsas que no se rompen de viejas y reservas que no se acaban; allí no llega el ladrón, y no hay polilla que destroce. 34 Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón. 35 Tengan puesta la ropa de trabajo y sus lámparas encendidas. 36 Sean como personas que esperan que su patrón regrese de la boda para abrirle apenas llegue y golpee a la puerta. 37 Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando a su llegada. Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la mesa y los servirá uno por uno. 38 Y si es la medianoche o la madrugada cuando llega y los encuentra así, ¡felices esos sirvientes!

39 Si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, ustedes entienden que se mantendría despierto y no le dejaría romper el muro.  40 Estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre llegará a la hora que menos esperan.»

41 Pedro preguntó: «Señor, esta parábola que has contado, ¿es sólo para nosotros o es para todos?» 42 El Señor contestó: «Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es él quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo. 43 Afortunado ese servidor si al llegar su señor lo encuentra cumpliendo su deber. 44 En verdad les digo que le encomendará el cuidado de todo lo que tiene. 45 Pero puede ser que el administrador piense: «Mi patrón llegará tarde». Si entonces empieza a maltratar a los sirvientes y sirvientas, a comer, a beber y a  emborracharse, 46 llegará su patrón el día en que menos lo espera y a la hora menos pensada, le quitará su cargo y lo enviará con los desleales. 47 Este servidor conocía la voluntad de su patrón; si no ha cumplido las órdenes de su patrón y no ha preparado nada, recibirá un severo castigo. 48 Y si otro servidor hizo sin saber algo que merece azotes, recibirá menos golpes. Al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y cuanto más se le haya confiado, tanto más se le pedirá cuentas.

  Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

¿Cuáles son las palabras de confianza que da Jesús al inicio del texto?

Según el texto: ¿Qué se debe hacer para ser rico a los ojos de Dios?

¿Por qué es urgente estar ahora y constantemente preparados?

Jesús responde a Pedro con una parábola: ¿Qué conducta muestra un siervo fiel y previsor? 


LOS NECESITAMOS MÁS QUE NUNCA

José Antonio Pagola


  

Las primeras generaciones cristianas se vieron muy pronto obligadas a plantearse una cuestión decisiva. La venida de Cristo resucitado se retrasaba más de lo que habían pensado en un comienzo. La espera se les hacía larga. ¿Cómo mantener viva la esperanza? ¿Cómo no caer en la frustración, el cansancio o el desaliento?

En los evangelios encontramos diversas exhortaciones, parábolas y llamadas que sólo tienen un objetivo: mantener viva la responsabilidad de las comunidades cristianas. Una de las llamadas más conocidas dice así: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas». ¿Qué sentido pueden tener estas palabras para nosotros, después de veinte siglos de cristianismo?

Las dos imágenes son muy expresivas. Indican la actitud que han de tener los criados que están esperando de noche a que regrese su señor, para abrirle el portón de la casa en cuanto llame. Han de estar con «la cintura ceñida», es decir, con la túnica arremangada para poder moverse y actuar con agilidad. Han de estar con «las lámparas encendidas» para tener la casa iluminada y mantenerse despiertos.

Estas palabras de Jesús son también hoy una llamada a vivir con lucidez y responsabilidad, sin caer en la pasividad o el letargo. En la historia de la Iglesia hay momentos en que se hace de noche. Sin embargo, no es la hora de apagar las luces y echarnos a dormir. Es la hora de reaccionar, despertar nuestra fe y seguir caminando hacia el futuro, incluso en una Iglesia vieja y cansada.

Uno de los obstáculos más importantes para impulsar la transformación que necesita hoy la Iglesia es la pasividad generalizada de los cristianos. Desgraciadamente, durante muchos siglos los hemos educado, sobre todo, para la sumisión y la pasividad. Todavía hoy, a veces parece que no los necesitamos para pensar, proyectar y promover caminos nuevos de fidelidad hacia Jesucristo.

Por eso, hemos de valorar, cuidar y agradecer tanto el despertar de una nueva conciencia en muchos laicos y laicas que viven hoy su adhesión a Cristo y su pertenencia a la Iglesia de un modo lúcido y responsable. Es, sin duda, uno de los frutos más valiosos del Vaticano II, primer concilio que se ha ocupado directa y explícitamente de ellos.

Estos creyentes pueden ser hoy el fermento de unas parroquias y comunidades renovadas en torno al seguimiento fiel a Jesús. Son el mayor potencial del cristianismo. Los necesitamos más que nunca para construir una Iglesia abierta a los problemas del mundo actual, y cercana a los hombres y mujeres de hoy.

 

3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

«No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes ha querido darles el Reino». ¿Qué sentimientos y pensamientos suscitan en nosotros estas palabras de Jesús?

La gente fuera de la comunidad, ¿Cómo nos ve?

Nuestra comunidad: ¿Se mantiene vigilante y preparada, siempre buscando el Reino? ¿Qué nos falta?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

   


 

5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?


6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Padre Bueno: danos un corazón abierto a los verdaderos valores de tu Reino y la capacidad de dar la vida por ellos tal como nos enseñó Jesús, nuestro hermano mayor. Esperamos siempre vigilantes la llegada imprevisible del Señor que servimos. Haz que seamos  disponibles para el servicio fraterno. Así se hará concreta nuestra búsqueda del Reino.  AMÉN.