28 de Agosto. XXII del Tiempo Ordinario. Lc 14, 1.7-14
ORACIÓN.
Señor Jesús, envía tu Espíritu Santo. Abre nuestros ojos y oídos a tu Palabra. Despierta nuestra inteligencia para que tu Palabra penetre en nuestros corazones y podamos saborearla y comprenderla. Habla, Señor, tus siervos escuchamos y deseamos poner en práctica tu Palabra porque tus palabras son vida, gozo, justicia, y paz. AMEN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico.
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar.
1 Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: 8 «Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, 9 y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: “Déjale el sitio”, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. 10 Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate más”, y así quedarás bien delante de todos los invitados. 11 Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado». 12 Después dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. 13 Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. 14 ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!».
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención.
• Porque esta palabra o frase me llamo la atención
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO.
• ¿Qué día de la semana y en la casa de quién se encuentra Jesús? ¿Cómo lo miraban?
• ¿Qué es lo que observa Jesús al llegar al banquete?
• ¿Qué enseñanza les da Jesús?
• Después Jesús habla al que lo había invitado. ¿A quiénes dice que no debe invitar y a quiénes sí? ¿Por qué?
Sin esperar nada a cambio
José Antonio Pagola.
Jesús está comiendo invitado por uno de los principales fariseos de la región. Lucas nos indica que los fariseos no dejan de espiarlo. Jesús, sin embargo, se siente libre para criticar a los invitados que buscan los primeros puestos e, incluso, para sugerir al que lo ha convidado a quiénes ha de invitar en adelante.
Es esta interpelación al anfitrión la que nos deja desconcertados. Con palabras claras y sencillas, Jesús le indica cómo ha de actuar: «No invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a los vecinos ricos». Pero, ¿hay algo más legítimo y natural que estrechar lazos con las personas que nos quieren bien? ¿No ha hecho Jesús lo mismo con Lázaro, Marta y María, sus amigos de Betania?
Al mismo tiempo, Jesús le señala en quiénes ha de pensar: «Invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos». Los pobres no tienen medios para corresponder a la invitación. De los lisiados, cojos y ciegos, nada se puede esperar. Por eso, no los invita nadie. ¿No es esto algo normal e inevitable?
Jesús no rechaza el amor familiar ni las relaciones amistosas. Lo que no acepta es que ellas sean siempre las relaciones prioritarias, privilegiadas y exclusivas. A los que entran en la dinámica del reino de Dios buscando un mundo más humano y fraterno, Jesús les recuerda que la acogida a los pobres y desamparados ha de ser anterior a las relaciones interesadas y los convencionalismos sociales.
¿Es posible vivir de manera desinteresada? ¿Se puede amar sin esperar nada a cambio? Estamos tan lejos del Espíritu de Jesús que, a veces, hasta la amistad y el amor familiar están mediatizados por el interés. No hemos de engañarnos. El camino de la gratuidad es casi siempre duro y difícil. Es necesario aprender cosas como estas: dar sin esperar mucho, perdonar sin apenas exigir, ser más pacientes con las personas poco agradables, ayudar pensando solo en el bien del otro.
Siempre es posible recortar un poco nuestros intereses, renunciar de vez en cuando a pequeñas ventajas, poner alegría en la vida del que vive necesitado, regalar algo de nuestro tiempo sin reservarlo siempre para nosotros, colaborar en pequeños servicios gratuitos.
Jesús se atreve a decir al fariseo que lo ha invitado: “Dichoso tú si no pueden pagarte”. Esta bienaventuranza ha quedado tan olvidada que muchos cristianos no han oído hablar nunca de ella. Sin embargo, contiene un mensaje muy querido para Jesús: “Dichosos los que viven para los demás sin recibir recompensa”. “El Padre del cielo los recompensará”.
3) RELACIÓN CON NUESTRAS VIDAS.
• ¿En qué somos humildes?
• El amor es verdadero cuando es gratuito y no busca recompensa. ¿Cuándo lo hemos vivido?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestras vida hoy y que podemos hacer en concreto para que haga realidad.
6) JUNTOS ORAMOS LA SIGUIENTE ORACIÓN Y REZAMOS EL PADRE NUESTRO.
Dios Misericordioso, que por puro amor gratuito nos has creado y nos has regalado también gratuitamente la Vida. Danos un corazón grande para amar sin buscar recompensa, fuerte para luchar y generoso para entregarnos a nosotros mismos como regalo a tu familia humana. AMÉN.