sábado, 10 de diciembre de 2022

Kerigma de Diciembre

 08 de Diciembre. Inmaculada Concepción.   Lc 1,26-38

Oración

Espíritu de verdad, enviado por Jesús para conducirnos a la verdad, abre nuestra mente a la inteligencia de las Escrituras. Tú, que descendiendo sobre María de Nazarét, la convertiste en tierra buena donde el Verbo de Dios pudo germinar, purifica nuestros corazones de todo lo que pone resistencia a la Palabra. Haz que aprendamos como Ella a escuchar con corazón bueno y perfecto la Palabra que Dios nos envía en la vida y en la Escritura, para custodiarla y producir fruto en nuestras vidas.    Amén. 


1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María.

28 Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29 María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo.

30 Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios.  31 Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. 32 Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David;  33 gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.»

34 María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?»  35 Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo.  37 Para Dios, nada es imposible.»

38 Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.


Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Cuáles son las primeras palabras del ángel a María?

¿Por qué ella se desconcierta ante este saludo?

¿Qué anuncia el mensajero de Dios y qué responde María?

¿Qué actitud manifiesta María?


CON ALEGRÍA Y CONFIANZA

 

José Antonio Pagola

El concilio Vaticano II presenta a María, Madre de Jesucristo, como "prototipo y modelo para la Iglesia", y la describe como mujer humilde que escucha a Dios con confianza y alegría. Desde esa misma actitud hemos de escuchar a Dios en la Iglesia actual.

«Alégrate». Es lo primero que María escucha de Dios y lo primero que hemos de escuchar también hoy. Entre nosotros falta alegría. Con frecuencia nos dejamos contagiar por la tristeza de una Iglesia envejecida y gastada. ¿Ya no es Jesús Buena Noticia? ¿No sentimos la alegría de ser sus seguidores? Cuando falta la alegría, la fe pierde frescura, la cordialidad desaparece, la amistad entre los creyentes se enfría. Todo se hace más difícil. Es urgente despertar la alegría en nuestras comunidades y recuperar la paz que Jesús nos ha dejado en herencia.

«El Señor está contigo». No es fácil la alegría en la Iglesia de nuestros días. Sólo puede nacer de la confianza en Dios. No estamos huérfanos. Vivimos invocando cada día a un Dios Padre que nos acompaña, nos defiende y busca siempre el bien de todo ser humano.

Esta Iglesia, a veces tan desconcertada y perdida, que no acierta a volver al Evangelio, no está sola. Jesús, el Buen Pastor, nos está buscando. Su Espíritu nos está atrayendo. Contamos con su aliento y comprensión. Jesús no nos ha abandonado. Con él todo es posible.

«No temas». Son muchos los miedos que nos paralizan a los seguidores de Jesús. Miedo al mundo moderno y a la secularización. Miedo a un futuro incierto. Miedo a nuestra debilidad. Miedo a la conversión al Evangelio. El miedo nos está haciendo mucho daño. Nos impide caminar hacia el futuro con esperanza. Nos encierra en la conservación estéril del pasado. Crecen nuestros fantasmas. Desaparece el realismo sano y la sensatez cristiana. Es urgente construir una Iglesia de la confianza. La fortaleza de Dios no se revela en una Iglesia poderosa sino humilde.

«Darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús». También a nosotros, como a María, se nos confía una misión: contribuir a poner luz en medio de la noche. No estamos llamados a juzgar al mundo sino a sembrar esperanza. Nuestra tarea no es apagar la mecha que se extingue sino encender la fe que, en no pocos, está queriendo brotar: Dios es una pregunta que humaniza.

Desde nuestras comunidades, cada vez más pequeñas y humildes, podemos ser levadura de un mundo más sano y fraterno. Estamos en buenas manos. Dios no está en crisis. Somos nosotros los que no nos atrevemos a seguir a Jesús con alegría y confianza. 

3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA


¿Cuándo nos hemos  parecido a María?

  ¿Cómo expresamos la ternura de Dios con las personas que nos rodean?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.


 



5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?


 6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro. 

 Madre, danos tu coraje para decir sí al Señor.  Ayúdanos a olvidarnos de nosotros mismos para ponernos en las manos de Dios.  Enséñanos a entregar nuestra vida para ayudar a dar a luz a Jesús en el mundo en que vivimos.  AMÈN.