sábado, 5 de agosto de 2023

Kerigma de Agosto

 6 de Agosto. Transfiguracion del Señor.  Mt 17, 1-9

Oración

¡Oh Dios!, que en la gloriosa Transfiguración de tu Hijo, confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de la ley y los profetas y prefiguraste maravillosamente nuestra adopción como pueblo tuyo: concédenos, te rogamos, que escuchando siempre la palabra de tu Hijo, seamos un día coherederos de su gloria.  AMÉN.   

  

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


1 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto.  2 A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. 3 En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. 4 Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

5 Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!» 6 Al oír la voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo. 7 Pero Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense, no tengan miedo.» 8 Ellos levantaron los ojos, pero ya no vieron a nadie más que a Jesús.

9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.»


  Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Quiénes van a la montaña con Jesús?

¿Qué sucede con Jesús?

¿Quiénes aparecen en la montaña para conversar con Él?  

¿Cómo reacciona Pedro?

¿Cuál son las palabras del Padre  desde el cielo respecto a Jesús? 

¿Qué orden les da Jesús al bajar del monte?


EL RIESGO DE INSTALARSE

 José Antonio Pagola


Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de instalarnos en la vida, buscando el refugio cómodo que nos permita vivir tranquilos, sin sobresaltos ni preocupaciones excesivas, renunciando a cualquier otra aspiración.

Logrado ya un cierto éxito profesional, encauzada la familia y asegurado, de alguna manera, el porvenir, es fácil dejarse atrapar por un conformismo cómodo que nos permita seguir caminando en la vida de la manera más confortable.

Es el momento de buscar una atmósfera agradable y acogedora. Vivir relajado en un ambiente feliz. Hacer del hogar un refugio entrañable, un rincón para leer y escuchar buena música. Saborear unas buenas vacaciones. Asegurar unos fines de semana agradables…

Pero, con frecuencia, es entonces cuando la persona descubre con más claridad que nunca que la felicidad no coincide con el bienestar. Falta en esa vida algo que nos deja vacíos e insatisfechos. Algo que no se puede comprar con dinero ni asegurar con una vida confortable. Falta sencillamente la alegría propia de quien sabe vibrar con los problemas y necesidades de los demás, sentirse solidario con los necesitados y vivir, de alguna manera, más cerca de los maltratados por la sociedad.

Pero hay además un modo de «instalarse» que puede ser falsamente reforzado con «tonos cristianos». Es la eterna tentación de Pedro, que nos acecha siempre a los creyentes: «plantar tiendas en lo alto de la montaña». Es decir, buscar en la religión nuestro bienestar interior, eludiendo nuestra responsabilidad individual y colectiva en el logro de una convivencia más humana.

Y, sin embargo, el mensaje de Jesús es claro. Una experiencia religiosa no es verdaderamente cristiana si nos aísla de los hermanos, nos instala cómodamente en la vida y nos aleja del servicio a los más necesitados.

Si escuchamos a Jesús, nos sentiremos invitados a salir de nuestro conformismo, romper con un estilo de vida egoísta en el que estamos tal vez confortablemente instalados y empezar a vivir más atentos a la interpelación que nos llega desde los más desvalidos de nuestra sociedad.

 

 3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA


  A veces tenemos la tentación de parar en la lucha por el bien y acomodarnos en medio del camino. ¿Te ha pasado alguna vez? Explicar.

"Este es mi hijo predilecto, escúchenlo": ¿De qué forma la práctica de lectura orante nos ayuda a escuchar a Jesús?  ¿En qué nos está ayudando?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 


5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

 

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?


6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Dios nuestro, en la vida de Jesús, Tú mismo nos hablas. Haz que podamos transfigurar y mirar de un modo nuevo las realidades que hemos de transformar iluminadas por tu Palabra. Danos esperanza para comprender  que «otro mundo es posible» y ayúdanos a construirlo. Padre Nuestro, que estás en el cielo…