6 de abril. Domingo V de Cuaresma. Jn 8, 1-11
Oración
Señor Jesús, abre nuestras vidas a tu Palabra. Envía tu Espíritu Santo y despierta nuestra inteligencia, para que tu Palabra penetre en nuestros corazones y podamos saborearla y comprenderla. Danos fe en ti, para que tus palabras sean para nosotros la luz que nos guíe por los caminos de la justicia y de la verdad. Habla, Señor. Te escuchamos y deseamos poner en práctica tu Palabra, porque son vida, gozo, justicia, y paz. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
Jesús, por su parte, se fue al monte de los Olivos. 2 Al amanecer estaba ya nuevamente en el Templo; toda la gente acudía a él, y él se sentaba para enseñarles. 3 Los maestros de la Ley y los fariseos le trajeron una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La colocaron en medio 4 y le dijeron: «Maestro, esta mujer es una adúltera y ha sido sorprendida en el acto. 5 En un caso como éste la Ley de Moisés ordena matar a pedradas a la mujer. Tú, ¿qué dices?» 6 Le hacían esta pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. 7 Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.» 8 Se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo. 9 Al oír estas palabras, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta que se quedó Jesús solo con la mujer, que seguía de pie ante él. 10 Entonces se enderezó y le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?» 11 Ella contestó: «Ninguno, señor.» Y Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.»
• Leer la palabra o frase me que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Cuál es el punto de este texto que más te ha gustado o que te ha llamado más la atención?
• Hay diversas personas o grupos de personas que aparecen en este episodio. ¿Qué dicen y qué hacen?
• Trata de ponerte en el lugar de la mujer: ¿Cuáles eran sus sentimientos en aquel momento?
• ¿Por qué Jesús comenzó a escribir en tierra con el dedo?
TODOS NECESITAMOS PERDÓN
José Antonio Pagola
Según su costumbre, Jesús ha pasado la noche a solas con su Padre querido en el Monte de los Olivos. Comienza el nuevo día, lleno del Espíritu de Dios que lo envía a "proclamar la liberación de los cautivos [...] y dar libertad a los oprimidos”. Pronto se verá rodeado por un gentío que acude a la explanada del templo para escucharlo.
De pronto, un grupo de escribas y fariseos irrumpe trayendo a "una mujer sorprendida en adulterio". No les preocupa el destino terrible de la mujer. Nadie le interroga de nada. Está ya condenada. Los acusadores lo dejan muy claro: "En la Ley de Moisés se manda apedrear a las adúlteras. Tú, ¿qué dices?”
La situación es dramática: los fariseos están tensos, la mujer, angustiada; la gente, expectante. Jesús guarda un silencio sorprendente. Tiene ante sí a aquella mujer humillada, condenada por todos. Pronto será ejecutada. ¿Es esta la última palabra de Dios sobre esta hija suya?
Jesús, que está sentado, se inclina hacia el suelo y comienza a escribir algunos trazos en tierra. Seguramente busca luz. Los acusadores le piden una respuesta en nombre de la Ley. Él les responderá desde su experiencia de la misericordia de Dios: aquella mujer y sus acusadores, todos ellos, están necesitados del perdón de Dios.
Los acusadores sólo están pensando en el pecado de la mujer y en la condena de la Ley. Jesús cambiará la perspectiva. Pondrá a los acusadores ante su propio pecado. Ante Dios, todos han de reconocerse pecadores. Todos necesitamos su perdón.
Como le siguen insistiendo cada vez más, Jesús se incorpora y les dice: "Aquel de vosotros que no tenga pecado puede tirarle la primera piedra". ¿Quiénes sois vosotros para condenar a muerte a esa mujer, olvidando vuestros propios pecados y vuestra necesidad del perdón y de la misericordia de Dios?
Los acusadores se van retirando uno tras otro. Jesús apunta hacia una convivencia donde la pena de muerte no puede ser la última palabra sobre un ser humano. Más adelante, Jesús dirá solemnemente: "Yo no he venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo".
El diálogo de Jesús con la mujer arroja nueva luz sobre su actuación. Los acusadores se han retirado, pero la mujer no se ha movido. Parece que necesita escuchar una última palabra de Jesús. No se siente todavía liberada. Jesús le dice "Tampoco yo te condeno. Vete y, en adelante no peques más".
Le ofrece su perdón, y, al mismo tiempo, le invita a no pecar más. El perdón de Dios no anula la responsabilidad, sino que exige conversión. Jesús sabe que "Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva".
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Cuáles son los pasos que nuestra comunidad debe y puede hacer para acoger a los marginados?
• ¿Alguna vez hemos actuado como Jesús?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cómo podemos vivir esta semana la misericordia con los demás?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Jesús, para experimentar y valorar auténticamente la misericordia necesito tomar conciencia de mi debilidad y poca correspondencia a tu gracia. Ayúdame a tener un encuentro personal contigo, como lo tuvo la mujer del Evangelio. Mi soberbia frenan mi deseo de conversión. Señor, dame el don de saber enmendar mis faltas al experimentar tu amor profundo.