28 de septiembre. XXVI del Tiempo Ordinario. Lc 16,19-31
Oración
Al oír en la comunidad tú Palabra, al oír tu viva voz que nos pedía respuesta,
hemos tenido que hablar, por obediencia, y nos han salido palabras no oídas,
desconocidas en nuestro ambiente, ignoradas también en nuestro interior.
Es que tu Palabra es la semilla. Ella fecundó nuestro corazón y salieron palabras sinceras, desnudas y hasta bellas, porque no eran adorno artificial, sino la gracia que nos diste tú. Amén.