14 DE SEPTIEMBRE. Domingo exaltación de la Santa Cruz.
Jn 3, 13-17
ORACIÓN.
Señor Jesús, hoy que se celebra la Santa Cruz, en algunos países, quiero agradecerte el que hayas aceptado el anonadarte a Ti mismo para venir a salvarme. Que nunca me acostumbre o sea indiferente ante tu sacrificio en la cruz. Concédeme que en esta oración pueda percibir un poco más tu amor, vivo y verdadero, para buscar, con tu gracia, corresponderte.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
- Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico.
- Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar.
En aquel tiempo Jesús dijo a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. Palabra del Señor.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención.
• Porque esta palabra o frase me llamo la atención
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO.
• Si Jesús fue exaltado sobre la cruz, ¿Cómo interpreto su significado?
• ¿Cómo puede ser exaltada la cruz cuando es un arma de tortura!?
• ¿Acepto mi cruz o cruces diarias? ¿Valen cómo modelo y enseñanza para otros Nicodemos?
LA EXALTACIÓN DEL AMOR
José Antonio Pagola
Hoy celebramos los cristianos una fiesta extraña y desconcertante. ¿Qué sentido puede tener hablar de la «exaltación de la Cruz» en medio de una sociedad que sólo parece exaltar el placer y el bienestar? ¿No es esto ensalzar el dolor, glorificar el sufrimiento y la humillación, fomentar una ascesis morbosa, ir contra la alegría de la vida?
Sin embargo, cuando un creyente mira al Crucificado y penetra con los ojos de la fe en el misterio que se encierra en la Cruz, sólo descubre amor inmenso, ternura insondable de Dios que ha querido compartir nuestra vida y nuestra muerte hasta el extremo. Lo dice el evangelio de Juan de manera admirable: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo para que todo el crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna». La Cruz nos revela el amor increíble de Dios. Ya nada ni nadie nos podrán separar de Él.
Si Dios sufre en la cruz, no es porque ama el sufrimiento sino porque no lo quiere para ninguno de nosotros. Si muere en la cruz, no es porque menosprecia la felicidad, sino porque la quiere y la busca para todos, sobre todo para los más olvidados y humillados. Si Dios agoniza en la cruz, no es porque desprecia la vida, sino porque la ama tanto que sólo busca que todos la disfruten un día en plenitud.
Por eso, la Cruz de Cristo la entienden mejor que nadie los crucificados: los que sufren impotentes la humillación, el desprecio y la injusticia, o los que viven necesitados de amor, alegría y vida. Ellos celebrarán hoy la Exaltación de la Cruz no como una fiesta de dolor y muerte, sino como un misterio de amor y vida.
¿A qué nos podríamos agarrar si Dios fuera simplemente un ser poderoso y satisfecho, muy parecido a los poderosos de la tierra, sólo que más fuerte que ellos? ¿Quién nos podría consolar, si no supiéramos que Dios está sufriendo con las víctimas y en las víctimas? ¿Cómo no vamos a exaltar la cruz de Jesús si en ella está Dios sufriendo con nosotros y por nosotros?
3) RELACIÓN CON NUESTRAS VIDAS.
• A veces soy como Nicodemo, ¿muy condicionado por mi experiencia de vida, mi educación, mis prejuicios?
• ¿A veces me cuesta entender quién realmente es Jesús?
• A veces lo encuentro ahí, en la oscuridad. ¿Pero, a veces me olvido de buscarlo en mis hermanos y hermanas necesitadas, porque es en el encuentro real con ellos que también encuentro mi salvación … en él “Hijo del Hombre?.”
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
¿Cuál es el mensaje del texto para nuestras vidas hoy y que podemos hacer en concreto para que haga realidad?
6) JUNTOS ORAMOS LA SIGUIENTE ORACIÓN Y REZAMOS EL PADRE NUESTRO.
Señor, ven y Muéstrame tu Cruz,
muéstrame tu Cruz y Sálvame.
Ayúdame a aceptar mi cruz y a abrazarla como tu abrazaste la tuya …
y cuando me caiga, envíame un Cirineo …
para que pueda ayudarme a cargarla de nuevo y seguir en camino hacia ti.