17 de Octubre. Domingo 29 del Tiempo Ordinario. Mc 10, 35-45
Oración
Señor, tu Palabra es fuente de vida. Ella nos anima a la esperanza, nos impulsa a vivir el amor, nos hace fuertes en la fe. Tu Palabra es la fuente viva. Envía tu Espíritu Santo para acercarnos a ella y comprenderla. Enséñanos a beber en el pozo de la vida, muéstranos la novedad permanente del Evangelio. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
35 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.» 36 El les dijo: «¿Qué quieren de mí?» 37 Respondieron: «Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.» 38 Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» 39 Ellos contestaron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «Pues bien, la copa que voy a beber yo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que voy a recibir yo; 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.» 41 Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. 42 Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. 43 Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, 44 y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. 45 Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.»
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Quién se acerca a hablar con Jesús y qué le preguntan?
• ¿Qué dice Jesús sobre la manera que los jefes del mundo ejercen la autoridad?
• ¿Cuál es el mensaje de Jesús para los discípulos?
«Concédenos que nos sentemos en tu gloria» (10,37): Aunque se tomen precauciones en la lectura, está claro que tienen ambiciones notables. Según la tradición, ellos parecen que eran primos de Jesús, y por tanto – según la ley oriental – tenían un derecho particular, como miembros de la familia. De cualquier modo que sea, se ve que no han entendido nada de lo que Jesús estaba por hacer. Se preparaba a la ignominia de la cruz, y ellos todavía no lo habían entendido. El verdadero poder de Jesús no consiste en distribuir los puestos de honor, sino el de hacer que se participe en su trágico destino.
El diálogo sobre la copa y el bautismo (vv 38-39) está en evidente paralelismo. Pero no se entiende cómo los dos puedan beber el cáliz y ser bautizados, si no es pensando en el martirio que sufrirán (entrambos) en seguida. A través de las dos imágenes, Jesús parece evocar sin duda su muerte violenta, que Él presagia como una obligación absoluta de fidelidad hacia al Padre. La respuesta a la petición de ellos de sentarse junto a Él es muy evasiva; pero se entiende que quiere hacer ver que no es ése el modo para obtenerlo.
Jesús parece sorprendido. «No saben lo que piden». No le han entendido nada. Con paciencia grande los invita a que se pregunten si son capaces de compartir su destino doloroso. Cuando se enteran de lo que ocurre, los otros diez discípulos se llenan de indignación contra Santiago y Juan. También ellos tienen las mismas aspiraciones. La ambición los divide y enfrenta. La búsqueda de honores y protagonismos interesados rompen siempre la comunión de la comunidad cristiana. También hoy. ¿Qué puede haber más contrario a Jesús y a su proyecto de servir a la liberación de las gentes? El hecho es tan grave que Jesús «los reúne» para dejar claro cuál es la actitud que ha de caracterizar siempre a sus seguidores. Conocen sobradamente cómo actúan los romanos, «jefes de los pueblos» y «grandes» de la tierra: tiranizan a las gentes, las someten y hacen sentir a todos el peso de su poder. Pues bien, «ustedes nada de eso». Entre sus seguidores(as), todo ha de ser diferente: «El que quiera ser grande, sea su servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos». La grandeza no se mide por el poder que se tiene, el rango que se ocupa o los títulos que se ostentan. Quien ambiciona estas cosas, en la Iglesia de Jesús, no se hace más grande sino más insignificante y ridículo. En realidad, es un estorbo para promover el estilo de vida querido por el Crucificado. Le falta un rasgo básico para ser seguidor de Jesús. En la Iglesia todos hemos de ser servidores(as). Nos hemos de colocar en la comunidad cristiana, no desde arriba, desde la superioridad, el poder o el protagonismo interesado, sino desde abajo, desde la disponibilidad, el servicio y la ayuda a los demás. Nuestro ejemplo es Jesús. No vivió nunca «para ser servido, sino para servir». Éste es el mejor y más admirable resumen de lo que fue él: SERVIR.
3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• Jesús se refería a los dirigentes políticos de su tiempo, pero en el fondo, ¿esa manera de ejercer autoridad es también un estilo común hoy?
• ¿Estamos gastando la vida por el proyecto de Jesús y no por otros intereses?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
“El que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todo» ¿Esta semana como podemos cumplir lo que Jesús nos pide?
Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Señor, ayúdanos a vivir sin buscar reconocimiento de los demás, evitando toda tentación de poder y de dominio. Solo así seremos capaces de entregarnos con amor al servicio de tus preferidos, los empobrecidos y necesitados de nuestra sociedad. Danos tu fuerza para vivirlo, Señor. AMÉN.