10 de Octubre. Domingo 28 del Tiempo Ordinario. Mc 10, 17-30
Oración
Danos tu Espíritu Santo, Padre, para que podamos acoger a tu Hijo que pasa por nuestra historia y así reconocerlo, como él que ofrece la vida por la humanidad. Danos una visión límpida, un corazón pronto para escuchar, danos el estar siempre preparados(as) para colaborar en la construcción de tu Reino. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
17 Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?» 18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. 19 Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» 20 El hombre le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.» 21 Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.» 22 Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste. Más fácilmente pasará un camello... 23 Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» 24 Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios.» 26 Ellos se asombraron todavía más y comentaban: Entonces, ¿quién podrá salvarse?» 27 Jesús los miró fijamente y les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Dios todo es posible.» 28 Entonces Pedro le dijo: «Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.» 29 Y Jesús contestó: «En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. 30 Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Qué pregunta el hombre que se acerca a Jesús?
• ¿Qué le dice Jesús y cómo responde él?
• Al mirarlo con amor: ¿Qué le dice Jesús que falta para seguirlo?
• ¿Qué le comenta después Jesús a sus discípulos?
• ¿Qué palabras alentadoras da Jesús a las personas dispuestas a hacer los sacrificios necesarios para ser su seguidor?
El texto de hoy describe la conversión progresiva, que según la invitación de Jesús, debe suceder en nuestra relación con los bienes materiales. Para poder comprender toda la portada de las instrucciones de Jesús es bueno recordar el contexto más amplio en el que Marcos coloca estos textos. Jesús camina hacia Jerusalén, donde será crucificado. Está ya para dar su vida. Sabe que pronto será matado, pero no se echa atrás. Y dice: “El Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos” (10,45). Esta actitud de fidelidad y de entrega a la misión recibida del Padre le ofrece las condiciones para poder indicar qué cosa es realmente importante en la vida. Las recomendaciones de Jesús valen para todos los tiempos, tanto para la gente del tiempo de Jesús y de los tiempos de Marcos, como para nosotros hoy, en el siglo XXI. Son como espejos donde se reflejan lo que es verdaderamente importante en la vida, ayer y hoy: recomenzar siempre de nuevo, la construcción del Reino, renovando la relación humana a todos los niveles, sea entre nosotros, como de nosotros(as) con Dios, como con los bienes materiales.
Al ver que el hombre ha cumplido los mandamientos desde pequeño, Jesús «se le queda mirando». Lo que le va a decir es muy importante. Siente cariño por él. Es un hombre bueno. Jesús le invita a seguirle a él hasta el final. El mensaje de Jesús es claro. No basta pensar en la propia salvación; hay que pensar en las necesidades de los pobres. No basta preocuparse de la vida futura; hay que preocuparse de los que sufren en la vida actual. No basta con no hacer daño a personas; hay que colaborar en el proyecto de un mundo más justo, tal como lo quiere Dios. ¿No es esto lo que nos falta a los creyentes satisfechos, que disfrutan de bienestar material mientras cumplen sus deberes religiosos con una conciencia tranquila?
Jesús invita al hombre rico a orientar su vida desde una lógica nueva. Lo primero es no vivir agarrado a sus posesiones («vende lo que tienes»). Lo segundo, ayudar a los pobres («dales tu dinero»). Por último, «ven y sígueme». Los dos podrán recorrer juntos el camino hacia el reino de Dios. El hombre se levanta y se aleja de Jesús.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Cómo es nuestra relación con los bienes materiales?
• ¿Qué nos falta dejar o renunciar hoy para ser seguidores de Jesús?
• ¿Cómo compartimos y de qué manera somos, o nos falta ser, solidarios?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?
Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Señor, ayúdanos a seguir tus pasos y caminar según tu Espíritu. Sabemos que hay que dejar y renunciar mucho para que tú Reino ocupe el centro de nuestra vida y nuestra historia. Señor, que aprendamos a compartir y ser solidarios. Haz que desprendiéndonos de todo aquello que nos ata, podamos hacer que nuestro testimonio brille con más claridad para la vida del mundo.