15 de mayo. Domingo 5 de Pascua. Jn 13, 31-33ª.34-35
Oración
Jesús, envíanos tu Espíritu Santo para comprender tu Palabra. Guía nuestros pasos, orienta nuestro caminar, para que sigamos tu ejemplo abriendo los brazos a la gente y anunciando un Dios que se hace cercano para traernos la justicia y la paz. Queremos ser testigos para construir un mundo nuevo, para que brille el Evangelio y con su luz pueda haber Vida para toda la humanidad como Tú lo quieres. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
Cuando Judas salió, Jesús dijo: «Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. 32 Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto. 33 Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo 34 Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. 35 En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros.»
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• Esta noche antes de su muerte: ¿En qué crees que estaba pensando Jesús?
• ¿Cuál es el mandamiento nuevo que les da Jesús?
• Según Jesús, ¿Qué mostraría al mundo que verdaderamente lo seguían?
Juan nos presenta a Jesús despidiéndose de sus discípulos, y dejándoles un resumen de su enseñanza. El Señor partirá pronto pero seguirá en medio de ellos si viven de acuerdo con el "mandamiento nuevo" que les confía; "como yo los he amado, así ámense también ustedes los unos a los otros" (v 34). Nuevo, no porque sea la primera vez que lo dice, sino porque el amor es creación permanente, innovación de todos los días, búsque¬da continúa de maneras para salir de uno mismo y hacer del otro el centro de nuestras vidas. Esa es la manera de hacer que Jesús esté siempre presente. "En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se aman los unos a los otros". Se reconocerá a Jesús si amamos como él: totalmente, sin que nadie quede excluido de nuestro amor, a través de una solidaridad especial hacia los insignificantes y oprimidos, teniendo presente ante todo el Reino de Dios, denunciando con claridad a los responsables de las injusticias y maltratos hacia los pobres. "Como yo los he amado":sin doble lenguaje, sin temor a que los poderosos se disgusten, sin buscar honores ni comodidades, sin silen¬cios cómplices. Es importante recordar todo eso, para hacer del amor concreto de Jesús la pauta de nuestro hablar y de nuestro compromiso ante los desafíos que la dura realidad de nuestro país y de nuestro continente nos lanza hoy.
Un mandamiento nuevo: Lo que caracteriza este mandamiento son tres cosas:
a. La reciprocidad del amor. El acto de amar en este caso no es una acción dirigida a otro sino que tiene que ver con una situación de amor en medio de una comunidad de fieles. Podemos decir que en este caso se refiere específicamente a lo que luego sería la iglesia. Cuando no entendemos del todo lo que Dios está haciendo y por qué lo está haciendo, el amor en la iglesia debe ayudarnos a llevar adelante el tiempo de espera hasta poder ver el plan final de Dios.
b. Este amor es reflejo del de Jesús mismo. El amor es fruto de experimentar lo que Dios ha hecho a través de Cristo en nuestra vida y nuestra iglesia. ¿Ha hecho algo? ¿Se lo hemos permitido? Solo sabiendo de la acción de Dios y reconociéndolo como fuente de toda bondad estaremos capacitados(as) para intentar ejercitar este mandamiento. Es así que esto nos remite a observar la comunidad de la que formamos parte. ¿Qué necesidades hay en ella? ¿Cómo reaccionamos ante los conflictos? ¿Cuál es nuestra actitud hacia quienes están fuera de ella? Estas y otras preguntas son cruciales para poder responder a este pedido de Jesús. Demás está decir que el amor en la comunidad debe ser también el amor de la comunidad hacia fuera de ella, al mundo que la rodea.
c. El tercer elemento en juego es que este amor cobra valor de testimonio ante el mundo. El ser discípulo(a) se hará evidente por el amor que viven. No los conocerán por otra cosa que no sea por el amor compartido. Vivimos un mundo donde el amor con estas características no siempre abunda. A pesar de que hay iglesias en casi todos los barrios y ciudades, todavía no hemos respondido con eficacia a esta afirmación de Jesús. Por un lado se da él en toda su plenitud, en su vida.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Tenemos conciencia de que ése es, realmente, «el mandamiento», la verdadera tarea del ser humano y del cristiano?
• “Amar como Yo les he amado”: ¿Qué consecuencias prácticas tienen estas palabras de Jesús para nuestras vidas?
• ¿La gente nos puede identificar como cristianos por la manera en que vivimos el amor los unos a los otros?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?
Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Dios, Padre nuestro, que por medio de Jesús, has dado por ley a tu pueblo santo el nuevo mandato de amar como Cristo nos amó a nosotros(as); haznos testimonios vivos de ese mismo amor, para que lo difundamos a todo el pueblo.