sábado, 19 de noviembre de 2022

Kerigma de Noviembre

 20 de noviembre.  Jesucristo Rey del Universo.    Lc 23, 35-43

Oración

Dios Nuestro, Padre de la luz. Tú enviaste al mundo a tu Hijo, Palabra hecha carne, para mostrarlo a nosotros los hombres y mujeres. Envía ahora el Espíritu Santo sobre nosotros, a fin de que podamos encontrar a Jesucristo en esta palabra que viene de Ti, y lo podamos conocer más intensamente y conociéndolo, lo amemos más plenamente con nuestra vida, nuestra oración y nuestra fe, alcanzando así la bienaventuranza del reino.  

  

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


9 Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. 10 «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros, o como ese publicano...  12Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.” 13 Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.”

14 Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.»

 

Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

¿Quiénes rodeaban a Jesús cuando estaba colgado en la cruz?

¿Qué dijeron e hicieron el pueblo, los jefes del pueblo, los soldados?

¿Cómo es rey Jesús?

¿Por qué le reconoce el buen ladrón como rey?

¿Qué le pidió a Jesús el buen ladrón? ¿Qué le prometió Jesús?


CARGAR CON LA CRUZ

 José Antonio Pagola

 

El relato de la crucifixión, proclamado en la fiesta de Cristo Rey, nos recuerda a los seguidores de Jesús que su reino no es un reino de gloria y de poder, sino de servicio, amor y entrega total para rescatar al ser humano del mal, el pecado y la muerte.

Habituados a proclamar la "victoria de la Cruz", corremos el riesgo de olvidar que el Crucificado nada tiene que ver con un falso triunfalismo que vacía de contenido el gesto más sublime de servicio humilde de Dios hacia sus criaturas. La Cruz no es una especie de trofeo que mostramos a otros con orgullo, sino el símbolo del Amor crucificado de Dios que nos invita a seguir su ejemplo.

Cantamos, adoramos y besamos la Cruz de Cristo porque en lo más hondo de nuestro ser sentimos la necesidad de dar gracias a Dios por su amor insondable, pero sin olvidar que lo primero que nos pide Jesús de manera insistente no es besar la Cruz sino cargar con ella. Y esto consiste sencillamente en seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso.

No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella. Por eso, hemos de cuidar mucho ciertas celebraciones que pueden crear en torno a la Cruz una atmósfera atractiva pero peligrosa, si nos distraen del seguimiento fiel al Crucificado haciéndonos vivir la ilusión de un cristianismo sin Cruz. Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí... que cargue con su cruz y me siga».

Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde sólo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo.

El teólogo católico Johann Baptista Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: "La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella".

¿No hemos de revisar todos cuál es nuestra verdadera actitud ante el Crucificado? ¿No hemos de acercarnos a él de manera más responsable y comprometida?

 

 3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

  ¿Cuándo nos han insultado por ser buenos cristianos?  ¿Cómo hemos reaccionado?

¿Reconoces a Jesús como Señor del mundo y de la historia? ¿Has hecho algo para que conozcan a Jesús como el Señor?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 



5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Qué nos toca a hacer a nosotros para que toda lengua proclame: Jesucristo es el Señor?


6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

 Gracias Señor por tu Palabra Salvadora. Gracias por venir a enseñarnos un nuevo camino que nos lleva hacia Ti. La cruz redentora.  Gracias por aceptar venir a salvarme, a liberarme, a hacerme una nueva creatura. Así como en el Antiguo Testamento se sellaban con la sangre de los corderos ofrecidos en holocausto, hoy queremos pedirte con nos selles con tu Sangre Bendita y salvadora. Que el maligno enemigo, al que tú venciste desde la cruz no tenga ningún poder sobre nosotros. Te declaramos Rey de nuestras vidas, Reina Jesús por siempre en mi vida y en mi corazón.  Amén.