25 de diciembre. Navidad. Jn 1, 1-18
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que has establecido el principio y la plenitud de toda religión en el nacimiento de tu Hijo Jesucristo: te suplicamos nos concedas la gracia de ser contados entre los miembros vivos de su Cuerpo, porque sólo en él radica la salvación del mundo. Por nuestro Señor.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba ante Dios,
y el Verbo era Dios.
2 Él estaba ante Dios en el principio.
3 Por él se hizo todo,
y nada llegó a ser sin él.
Lo que fue hecho 4 tenía vida en él,
y para los hombres la vida era luz.
5 La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la impidieron.
6 Vino un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan.
7 Vino para dar testimonio, como testigo de la luz,
para que todos creyeran por él.
8 Aunque no fuera él la luz, le tocaba dar testimonio de la luz.
9 El era la luz verdadera,
la luz que ilumina a todo hombre,
y llegaba al mundo.
10 Ya estaba en el mundo,
este mundo que se hizo por él,
este mundo que no lo recibió.
11 Vino a su propia casa,
y los suyos no lo recibieron;
12 pero a todos los que lo recibieron
les dio capacidad para ser hijos de Dios.
Al creer en su Nombre 13 han nacido,
no de sangre alguna, ni por ley de la carne,
ni por voluntad de hombre,
sino que han nacido de Dios.
14 Y el Verbo se hizo carne,
puso su tienda entre nosotros,
y hemos visto su Gloria:
la Gloria que recibe del Padre el Hijo único;
en él todo era don amoroso y verdad.
15 Juan dio testimonio de él;
dijo muy fuerte: «De él yo hablaba al decir:
El que ha venido detrás de mí ya está delante de mí,
porque era antes que yo.»
16 De su plenitud hemos recibido todos,
y cada don amoroso preparaba otro.
17 Por medio de Moisés hemos recibido la Ley,
pero la verdad y el don amoroso
nos llegó por medio de Jesucristo.
18 Nadie ha visto a Dios jamás,
pero Dios-Hijo único,
él que está en el seno del Padre
nos lo dio a conocer.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Por qué Juan llama a Jesús “Verbo”/ “Palabra”?
• Si Jesús se hace verbo encarnado por amor, ¿Cómo debe ser la vida de quien se identifica con Jesús?
UN DIOS CERCANO
José Antonio Pagola
La Navidad es mucho más que todo ese ambiente superficial y manipulado que se respira estos días en nuestras calles. Una fiesta mucho más honda y gozosa que todos los artilugios de nuestra sociedad de consumo.
Los creyentes tenemos que recuperar de nuevo el corazón de esta fiesta y descubrir detrás de tanta superficialidad y aturdimiento, el misterio que da origen a nuestra alegría. Tenemos que aprender a «celebrar» la Navidad. No todos saben lo que es celebrar. No todos saben lo que es abrir el corazón a la alegría.
Y, sin embargo, no entenderemos la Navidad si no sabemos hacer silencio en nuestro corazón, abrir nuestra alma al misterio de un Dios que se nos acerca, reconciliamos con la vida que se nos ofrece, y saborear la fiesta de la llegada de un Dios Amigo.
En medio de nuestro vivir diario, a veces tan aburrido, apagado y triste, se nos invita a la alegría. «No puede haber tristeza cuando nace la vida» (S. León Magno). No se trata de una alegría insulsa y superficial. La alegría de quienes están alegres sin saber por qué. «Nosotros tenemos motivos para el jubilo radiante, para la alegría plena y para la fiesta solemne: Dios se ha hecho hombre, y ha venido a habitar entre nosotros» (L. Boff). Hay una alegría que sólo la pueden disfrutar quienes se abren a la cercanía de Dios, y se dejan coger por su ternura.
Una alegría que nos libera de miedos, desconfianzas e inhibiciones ante Dios. ¿Cómo temer a un Dios que se nos acerca como niño? ¿Cómo huir ante quien se nos ofrece como un pequeño frágil e indefenso? Dios no ha venido armado de poder para imponerse a los hombres. Se nos ha acercado en la ternura de un niño a quien podemos hacer sonreír o llorar.
Dios no puede ser ya el Ser Omnipotente y Poderoso que nosotros sospechamos, encerrado en la seriedad y el misterio de un mundo inaccesible. Dios es este niño entregado cariñosamente a la humanidad, este pequeño que busca nuestra mirada para alegrarnos con su sonrisa.
El hecho de que Dios se haya hecho niño, dice mucho más de cómo es Dios, que todas nuestras cavilaciones y especulaciones sobre su misterio. Si supiéramos detenernos en silencio ante este Niño y acoger desde el fondo de nuestro ser toda la cercanía y la ternura de Dios, quizás entenderíamos por que el corazón de un creyente debe estar transido de una alegría diferente estos días de Navidad.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Cómo celebra mi familia la navidad?
• ¿Qué es lo más importante en navidad?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• Contemplado a Jesús “Verbo encarnado”, ¿Qué propósitos me hago para mi vida personal, familiar, laboral, de amistades, de servicio, de compromiso eclesial el próximo año?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tu nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote. Amén.