18 de Junio. 11 del T. Ordinario. Mt 9, 35-10,8
Oracion
Espíritu Santo necesitamos de tu ayuda para comprender, llevar al corazón y a nuestra vida el mensaje de Dios. Amén.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
35 Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades. 36 Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor. 37 Y dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. 38 Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha.» 10,1 Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder sobre los espíritus impuros para expulsarlos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. 2 Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón, el cananeo y Judas Iscariote, el que lo traicionaría. 5 A estos Doce Jesús los envió a misionar, con las instrucciones siguientes: «No vayan a tierras de paganos ni entren en pueblos de samaritanos. 6 Diríjanse más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. 7 A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! 8 Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar.
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿En qué consistía la actividad desarrollada por Jesús?
• Al ver a la multitud: ¿Cómo reaccionó Jesús y por qué? ¿Qué dijo entonces?
• Según este texto: ¿A quiénes deben dirigirse los misioneros? ¿A quiénes no?
• ¿Qué tareas encarga Jesús a sus discípulos al enviarlos a la misión?
• ¿Qué dice Jesús a las personas que podrían buscar privilegios o ganancias personales?
UNA MIRADA DIFERENTE
José Antonio Pagola
Jesús le daba una importancia grande a la manera de mirar a las personas. De ello depende, en buena parte nuestra manera de actuar. Una de las fuentes más antiguas recoge esta observación de Jesús: «La lámpara de tu cuerpo son tus ojos. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo estará iluminado. Pero si tus ojos están enfermos, tu cuerpo entero estará a oscuras». Una mirada clara permite que la luz entre dentro de nosotros y podamos actuar con lucidez.
¿Cómo era la mirada de Jesús?, ¿cómo veía a la gente? Los evangelistas repiten una y otra vez que su mirada era diferente. No era como la de los fariseos radicales que sólo veían impiedad, ignorancia de la ley e indiferencia religiosa. Tampoco miraba como el Bautista que veía en el pueblo pecado, corrupción e inconsciencia ante la llegada inminente de Dios.
La mirada de Jesús estaba llena de cariño, respeto y amor. «Al ver a las gentes, se compadecía de ellas porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas sin pastor». Sufría al ver tanta gente perdida y sin orientación. Le dolía el abandono en que se encontraban tantas personas solas, cansadas y maltratadas por la vida.
Aquellas gentes eran víctimas más que culpables. No necesitaban oír más condenas sino conocer una vida más sana. Por eso, inició un movimiento nuevo e inconfundible. Llamó a sus discípulos y les dio «autoridad», no para condenar sino para «curar toda enfermedad y dolencia».
En la Iglesia cambiaremos cuando empecemos a mirar a la gente de otra manera: como la miraba Jesús. Cuando veamos a las personas más como víctimas que como culpables, cuando nos fijemos más en sus sufrimientos que en su pecado, cuando miremos a todos con menos miedo y más piedad.
Nadie hemos recibido de Jesús «autoridad» para condenar sino para curar. No nos llama Jesús a juzgar el mundo sino a sanar la vida. Nunca quiso poner en marcha un movimiento para combatir, condenar y derrotar a sus adversarios. Pensaba en discípulos que miraran el mundo con ternura. Los quería ver dedicados a aliviar el sufrimiento e infundir esperanza. Ésa es su herencia, no otra.
3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• Jesús sentía compasión por la gente. Compasión significa sufrir con, sentir en sí mismo los dolores y los problemas de la gente. ¿Nuestra comunidad es compasiva? ¿Qué nos falta para ser más compasivos?
• ¿Nos sentimos llamados y enviados por Jesús para anunciar y construir el Reino? ¿Qué nos falta para ser una comunidad misionera?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• Pide a Dios que te dé sentimientos de compasión, de empatía hacia las necesidades de las personas que te rodean.
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Señor Jesús, que nuestro estar atentos, vigilantes y preparados a tu venida no sea una espera pasiva, sino una donde estemos construyendo tu Reino en medio de este mundo.
Tu sabes Señor que esta tarea es difícil, tu sabes Señor que se necesitan muchos obreros y por eso mándanos a nosotros donde más se necesite y llama a más obreros a tu mies para que juntos podamos establecer tu Reino mientras te esperamos. Amen.