sábado, 10 de junio de 2023

Kerigma para Junio

 11  de Junio. 10 del T. Ordinario.  Mt 9, 9-13


Oración

Señor, envía tu Espíritu Santo. Danos tu luz y concédenos escuchar con

apertura de corazón el mensaje de tu Palabra para que vivamos siempre conforme a tu voluntad y actuemos como luz y fermento del mundo. AMÉN.

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar


9 Saliendo de allí, Jesús vio a un recaudador de impuestos llamado Mateo, sentado donde cobraba los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y fue detrás de Él. 10 Más tarde, mientras Jesús cenaba en la casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y otras personas de mala reputación llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Algunos fariseos viendo esto, preguntaron a los discípulos: “¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y otras personas de mala reputación?” 12 Pero Jesús escuchando esto dijo: “Los que están sanos no necesitan un médico, sino los que están enfermos. 13 Vayan y aprendan lo que significa ‘Quiero misericordia y no sacrificio’ (Os 6:6), porque no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores”.


Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO

¿A quién llama Jesús? ¿Cómo respondió?

¿A quiénes acoge Jesús en la casa para comer con ellos? ¿Cómo reaccionan los fariseos? ¿Qué dice Jesús?

¿Qué texto cita Jesús del Antiguo Testamento? ¿Qué es lo que pretende Jesús con esto?

¿A quiénes vino a llamar Jesús?


NO EXCLUIR A NADIE

 José Antonio Pagola

 

No hay ninguna duda. El gesto más escandaloso de Jesús fue su amistad con pecadores y gentes indeseables. Nunca había ocurrido algo parecido en Israel. Lo de Jesús era inaudito. Jamás se había visto a un profeta conviviendo con pecadores en esa actitud de confianza y amistad.

 ¿Cómo un hombre de Dios los podía aceptar como amigos?, ¿cómo se atrevía a comer con ellos sin guardar las debidas distancias? No se come con cualquiera. Cada uno acoge en su mesa a los suyos. Hay que proteger la propia identidad y santidad sin mezclarse con gente pecadora. Esta era la norma entre los grupos más piadosos de aquel pueblo que se sentía santo.

 Jesús, por el contrario, se sentaba a comer con cualquiera. Su identidad consistía precisamente en no excluir a nadie. Su mesa estaba abierta a todos. No hacía falta ser santo. No era necesario ser una mujer honrada para sentarse junto a él. A nadie le exigía previamente signo alguno de arrepentimiento. No se preocupaba de que su mesa fuera santa sino acogedora.

 Lo guiaba su experiencia de Dios. Nadie le pudo convencer de lo contrario: Dios no discrimina a nadie. Lo llamaron «amigo de pecadores» y nunca lo desmintió, porque era verdad: también Dios es amigo de pecadores e indeseables. Él vivía aquellas comidas como un proceso de curación: «No necesitan de médico los sanos sino los enfermos».

 Era verdad. Aquellos recaudadores y prostitutas no lo veían como un maestro de moral, lo sentían como un amigo que los curaba por dentro. Por vez primera podían sentarse junto a un hombre de Dios. Jesús rompía toda discriminación. Poco a poco, crecía en ellos la dignidad y se despertaba una confianza nueva en Dios. Junto a Jesús todo era posible. Incluso, empezar a cambiar.

 ¿Dónde se reproduce hoy en nuestra Iglesia algo parecido? Nosotros confesamos repetidamente que la Iglesia es santa, como si temiéramos que nadie lo note. ¿Cuándo nos llamarán «amigos de pecadores»? Parejas rotas que no han podido mantener su fidelidad, jóvenes derrotados por la droga, delincuentes indeseables para todos, esclavas de la prostitución, ¿nos ven como una Iglesia acogedora?

 

 3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

¿Quién es marginado y excluido en nuestra sociedad? ¿Por qué?

¿Qué sentimientos o reacciones suscitan en  nosotros las palabras de Jesús a los fariseos?

¿A qué nos desafían las palabras de Jesús hoy?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 



7) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?

8) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Oh Dios, rico en misericordia, que te has  dignado sentarte a la mesa con los pobres pecadores. Danos, tu Espíritu para que abra nuestro corazón a la gracia de tu perdón y nos convenza de tu amor misericordioso. Danos la experiencia de ser salvados por gracia para no considerarnos nunca justos y mejores que los demás, sino que aprendamos a ser misericordiosos con todos como Tú eres misericordioso. Señor de la Vida, queremos escuchar tu llamado, danos humildad para ponernos en camino. Amen.