29 de Octubre. Domingo 30 del T.O. Mt 22, 34-40
Oracion
Ven Espíritu Santo. Danos la gracia de acoger la Palabra de Dios. Ilumínanos con tu luz, abre nuestra inteligencia y nuestros corazones para comprenderla. Danos la voluntad, el valor y la gracia necesaria para vivirla en nuestras vidas. AMÉN.
1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.
• Una persona proclama con solemnidad el texto Bíblico
• Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar
Cuando los fariseos supieron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se juntaron en torno a él. 35 Uno de ellos, que era maestro de la Ley, trató de ponerlo a prueba con esta pregunta: 36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?». 37 Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el gran mandamiento, el primero. 39 Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.»
• Leer la palabra o frase que te ha llamado la atención
• Por qué esta palabra o frase me llama la atención.
2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO
• ¿Quién acudió a Jesús para preguntarle algo?
• ¿Cuál es la intencionalidad de la pregunta que hace el maestro de la ley a Jesús?
• ¿Cuál es la respuesta de Jesús? ¿Cuál es el mandamiento más grande?
• ¿De qué manera une Jesús los dos mandamientos?
CREER EN EL AMOR
José Antonio Pagola
La religión cristiana les resulta a no pocos un sistema religioso difícil de entender y, sobre todo, un entramado de leyes demasiado complicado para vivir correctamente ante Dios. ¿No necesitamos los cristianos concentrar mucho más nuestra atención en cuidar antes que nada lo esencial de la experiencia cristiana?
Los evangelios han recogido la respuesta de Jesús a un sector de fariseos que le preguntan cuál es el mandamiento principal de la Ley. Así resume Jesús lo esencial: lo primero es “amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser”; lo segundo es “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
La afirmación de Jesús es clara. El amor es todo. Lo decisivo en la vida es amar. Ahí está el fundamento de todo. Lo primero es vivir ante Dios y ante los demás en una actitud de amor. No hemos de perdernos en cosas accidentales y secundarias, olvidando lo esencial. Del amor arranca todo lo demás. Sin amor todo queda pervertido.
Al hablar del amor a Dios, Jesús no está pensando en los sentimientos o emociones que pueden brotar de nuestro corazón; tampoco nos está invitando a multiplicar nuestros rezos y oraciones. Amar al Señor, nuestro Dios, con todo el corazón es reconocer a Dios como Fuente última de nuestra existencia, despertar en nosotros una adhesión total a su voluntad, y responder con fe incondicional a su amor universal de Padre de todos.
Por eso añade Jesús un segundo mandamiento. No es posible amar a Dios y vivir de espaldas a sus hijos e hijas. Una religión que predica el amor a Dios y se olvida de los que sufren es una gran mentira. La única postura realmente humana ante cualquier persona que encontramos en nuestro camino es amarla y buscar su bien como quisiéramos para nosotros mismos.
Todo este lenguaje puede parecer demasiado viejo, demasiado gastado y poco eficaz. Sin embargo, también hoy el primer problema en el mundo es la falta de amor, que va deshumanizando, uno tras otro, los esfuerzos y las luchas por construir una convivencia más humana.
Hace unos años, el pensador francés, Jean Onimus escribía así: “El cristianismo está todavía en sus comienzos; nos lleva trabajando solo dos mil años. La masa es pesada y se necesitarán siglos de maduración antes de que la caridad la haga fermentar”. Los seguidores de Jesús no hemos de olvidar nuestra responsabilidad. El mundo necesita testigos vivos que ayuden a las futuras generaciones a creer en el amor pues no hay un futuro esperanzador para el ser humano si termina por perder la fe en el amor.
3) RELACIÓN CON NUESTRA VIDA
• ¿Por qué el amor a Dios y al prójimo constituye el resumen de toda la Biblia?
• ¿Hay muchos en la comunidad que se preocupan por el prójimo? ¿En qué?
• ¿En qué casos los papás fomentan el amor al prójimo?
• ¿Nuestra comunidad cristiana está organizada para consolar al que sufre, promover al pobre en su dignidad, defender sus derechos?
4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.
5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD
• ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?
6) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.
Dios, Padre Bueno, aumenta nuestra fe, nuestra esperanza y, sobre todo, aumenta nuestro amor y nuestro sentido de la justicia, de modo que vivamos siempre próximos a nuestros hermanos y hermanas, especialmente a las personas más necesitadas. Ayúdanos a vivir este amor en la vida familiar, en el trabajo diario, en el barrio y con los vecinos, en la lucha social por la justicia, en el compromiso político, en la construcción de un mundo nuevo. AMÉN.