sábado, 19 de octubre de 2024

Kerigma de octubre del 2024

 20 de Octubre.  Domingo  29  del Tiempo Ordinario.    Mc 10, 35-45


Oración

Señor, tu Palabra es fuente de vida. Ella nos anima a la esperanza, nos impulsa a vivir el amor, nos hace fuertes en la fe. Tu Palabra es la fuente viva. Envía tu Espíritu Santo para  acercarnos a ella y comprenderla. Enséñanos a beber en el pozo de la vida, muéstranos la novedad permanente del Evangelio. AMÉN.


1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.


35 Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.» 36 El les dijo: «¿Qué quieren de mí?» 37 Respondieron: «Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.» 38 Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» 39 Ellos contestaron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «Pues bien, la copa que voy a beber yo, la beberán también ustedes, y serán bautizados con el mismo bautismo que voy a recibir yo; 40 pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí el concederlo; eso ha sido preparado para otros.» 41 Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. 42 Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. 43 Pero no será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, 44 y el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos.  45 Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.»

 

2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Quién se acerca a hablar con Jesús y qué le preguntan?

¿Qué dice Jesús sobre la manera que los jefes del mundo ejercen la autoridad?

¿Cuál es el mensaje de Jesús para los discípulos?  


NADA DE ESO ENTRE NOSOTROS

José Antonio Pagola


 Mientras suben a Jerusalén, Jesús va anunciando a sus discípulos el destino doloroso que le espera en la capital. Los discípulos no le entienden. Andan disputando entre ellos por los primeros puestos. Santiago y Juan, discípulos de primera hora, se acercan a él para pedirle directamente sentarse un día "el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda".

 A Jesús se le ve desalentado: "No sabéis lo que pedís". Nadie en el grupo parece entender que seguirlo de cerca colaborando en su proyecto, siempre será un camino no de poder y grandezas, sino de sacrificio y cruz.

 Mientras tanto, al enterarse del atrevimiento de Santiago y Juan, los otros diez se indignan. El grupo está más agitado que nunca. La ambición los está dividiendo. Jesús los reúne a todos para dejar claro su pensamiento.

 Antes que nada, les expone lo que sucede en los pueblos del Imperio romano. Todos conocen los abusos de Antipas y las familias herodianas en Galilea. Jesús lo resume así: Los que son reconocidos como jefes utilizan su poder para "tiranizar" a los pueblos, y los grandes no hacen sino "oprimir" a sus súbditos. Jesús no puede ser más tajante: "Vosotros, nada de eso".

 No quiere ver entre los suyos nada parecido: "El que quiera ser grande entre vosotros que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros que sea esclavo de todos". En su comunidad no habrá lugar para el poder que oprime, solo para el servicio que ayuda. Jesús no quiere jefes sentados a su derecha e izquierda, sino servidores como él, que dan su vida por los demás.

 Jesús deja las cosas claras. Su Iglesia no se construye desde la imposición de los de arriba, sino desde el servicio de los que se colocan abajo. No cabe en ella jerarquía alguna en clave de honor o dominación. Tampoco métodos y estrategias de poder. Es el servicio el que construye la Iglesia de Jesús.

 Jesús da tanta importancia a lo que está diciendo que se pone a sí mismo como ejemplo, pues no ha venido al mundo para exigir que le sirvan, sino "para servir y dar su vida en rescate por todos". Jesús no enseña a nadie a triunfar en la Iglesia, sino a servir al proyecto del reino de Dios desviviéndonos por los más débiles y necesitados.

 La enseñanza de Jesús no es solo para los dirigentes. Desde tareas y responsabilidades diferentes, hemos de comprometernos todos a vivir con más entrega al servicio de su proyecto. No necesitamos en la Iglesia imitadores de Santiago y Juan, sino seguidores fieles de Jesús. Los que quieran ser importantes, que se pongan a trabajar y colaborar. 

 

3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA

Jesús se refería a los dirigentes políticos de su tiempo, pero en el fondo, ¿esa manera de ejercer autoridad es también un estilo común hoy?   

¿Qué actitudes deberíamos tener para ser buenos cristianos?

¿Estamos gastando la vida por el proyecto de Jesús o por otros intereses?  


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.

 




5) Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Señor, ayúdanos a vivir sin buscar reconocimiento de los demás, evitando toda tentación de poder y de dominio. Solo así seremos capaces de entregarnos con amor al servicio de tus preferidos, los empobrecidos y necesitados de nuestra sociedad. Danos tu fuerza para vivirlo, Señor. AMÉN.