sábado, 15 de noviembre de 2025

Kerigma de noviembre del 2025

 16 de Noviembre. Domingo  33  Tiempo Ordinario.   Lc 21, 5-19

Oración

Señor Jesús, abre nuestros ojos y oídos a tu Palabra. Queremos leer y escuchar tu voz y meditar tus enseñanzas.  Envía tu Espíritu Santo y despierta nuestra inteligencia, para que tu Palabra penetre nuestros corazones  y podamos saborearla y comprenderla.   Habla, Señor, te escuchamos y deseamos poner en práctica tu Palabra. AMÉN.

  

1) PARA PERMANECER EN EL TEXTO.

Una persona  proclama con solemnidad el texto Bíblico

Cada persona lee en silencio el texto bíblico para profundizar

   Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:  6 «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». 7 Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?». 

8 Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. 9 Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin». 10 Después les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. 12 Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, 13 y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. 14 Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, 15 porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. 16 Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. 17 Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. 18 Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. 19 Gracias a la constancia salvarán sus vidas. 20 Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. 21 Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella.


Leer la palabra o frase   que te  ha llamado la atención

Por qué esta palabra o frase me llama la atención.


2) PARA PROFUNDIZAR EL TEXTO


¿Qué anuncia Jesús sobre el Templo?  

¿De qué les advierte Jesús? 

¿Cuáles son algunas situaciones o sucesos que ocurrirán? 

¿Significa que habrá llegado el fin?

¿Dónde está la buena noticia en este discurso?


  PARA TIEMPOS DIFÍCILES

José Antonio Pagola


 Los profundos cambios socioculturales que se están produciendo en nuestros días y la crisis religiosa que sacude las raíces del cristianismo en occidente, nos han de urgir más que nunca a buscar en Jesús la luz y la fuerza que necesitamos para leer y vivir estos tiempos de manera lúcida y responsable.

Llamada al realismo

En ningún momento augura Jesús a sus seguidores un camino fácil de éxito y gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor.

No a la ingenuidad

En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de salvación. Estas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie os engañe»: no caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, «no vayáis tras ellos»: No seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.

Centrarnos en lo esencial

Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: «Yo os daré palabras y sabiduría»… Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.

La hora del testimonio

Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.

Paciencia

Esta es la exhortación de Jesús para momentos duros: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». El término original puede ser traducido indistintamente como «paciencia» o «perseverancia». Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.

 

 3. RELACIÓN CON NUESTRA VIDA


¿Qué estamos haciendo por construir el Reino de Dios y su justicia, libertad, amor, y paz?

¿Hemos encontrado dificultades o conflictos por dar testimonio  de Jesús?   

Lo que es importante, nos dijo Jesús, es mantenerse firmes y perseverantes. ¿Qué significa esto para nosotros hoy en nuestras vidas?


4) OBSERVA EL DIBUJO CON ATENCIÓN Y MEDITA.


 



5) PARA COMPROMETERNOS CON LA REALIDAD

¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?

Juntos oramos la siguiente oración y rezamos el Padre Nuestro.

Señor, en ti hemos puesto nuestra fe y esperanza. Ayúdanos en tiempos de prueba y dificultades. Muéstrate cercano en los momentos de conflicto. Dar testimonio de ti lleva a cargar la cruz de la incomprensión, la soledad, las burlas, el maltrato. Ayúdanos a mantenernos firmes Señor, ¡Tú eres nuestra esperanza!  AMÉN.